Reseña LIJ: ‘Áticus y el pastelero decapitado’ de Miguel Cordero Bellas

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aticusÁticus y el pastelero decapitado de Miguel Cordero Bellas.  Ilustraciones de Mikel Valverde. Editorial Edelvives, 2015. Rústica, 192 pp., 8.60 €.

 

Por José R. Cortés Criado.

 

En Madrigal de las Altas Torres, provincia de Ávila, ocurren pocas cosas novedosas, que si los niños juegan en la plaza del Ayuntamiento al fútbol, los policías locales le retiene el balón porque molestan al señor alcalde que trabaja en su despacho; que si la seño Leti comienza a explicar Matemáticas, alguno de sus alumnos tiemblan de pensar que le toque a él salir a la pizarra; pero cierto día apareció un señor muy alto y extraño, el profesor Arcádium de la universidad de Bucarest, célebre por sus estudios en el campo de la parapsicología.

En Cumbres Borrascosas, nombre del colegio del pueblo, tampoco suele haber muchas novedades pero la presencia de ese hombre alto, de pelo moreno y ojos azules tiene preocupados a todos los alumnos, al chino Fernandito, a Áticus, de nombre Israel pero al que su padre gusta llamar de esa forma; a Jonathan, hijo de ecuatorianos; a Alí, Severiano y a…, en fin, a todos porque ese señor viene en busca de un fantasma.

Nada más y nada menos que el del pastelero del pueblo, don Gabriel de Espinosa, un traidor al rey Felipe II que fue decapitado y enterrado sin su cabeza, por lo que anda como alma en pena en busca de su testa, y el profesor de Transilvania anda tras él para darle digna sepultura al cuerpo y cabeza para que descanse en paz y deje a todos tranquilos.

Humor y cotidianidad se unen en esta historia donde los verdaderos protagonistas son niños, ya que dos de ellos son los descubridores de la cabeza, y se mezclan con los actos de los adultos del ligar y de los turistas japoneses que se sienten atraídos por la forma tan original de buscar almas en pena que tienen en este país.

En fin, cazafantasma, niños, profesora, alcalde, policía, cura… una mezcla que da vida al relato mientras suceden cosas extrañas, apariciones, visitas a criptas milenarias, cigüeñas agresivas… hasta que Áticus se enamore de la hija del profesor Arcádium.

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