Djadi, el niño refugiado de Peter Härtling. Editorial Anaya, 2017. Rústica hilo, 14 x 21 cm., 128 pp., 9,90 €.

 

Por José R. Cortés Criado.

 

Djadi es un niño de once años sin familia, refugiado, que llega a Alemania; lo que se ha dado en llamar un MNA (Menor No Acompañado), al chico no le hace ninguna gracia, pero así es como lo clasifican en Europa.

Tuvo suerte, pues fue acogido por una pareja algo especial, viven en una casa con otras personas adultas sin ser familia, aunque la vida que llevan es como si lo fuesen.

Sobre todo el chico tiene especial conexión con un señor de setenta y cinco años, antiguo profesor, niño de la guerra, que también sabe lo que es ser un refugiado; de él recibe una fuerza especial y lo anima a seguir adelante a pesar del negro panorama que lo rodea.

Djadi es de origen sirio, de la ciudad destrozada de Homs, llegó a Fráncfort solo, un adulto lo dejó en un centro de acogida, no habla, teme a todos y a todo; sus recuerdos están con él, está bloqueado por el dolor, se siente un extraño en un mundo más extraño aún, con una familia de acogida más diferente todavía.

Poco a poco comenzará a abrirse a sus cuidadores, irá aprendiendo alemán, será custodiado por la familia y tutelado por la administración, que recela de un grupo de adultos que comparten vivienda sea capaz de cuidar bien al jovencito.

Los problemas cotidianos en casa, en la calle, en el colegio, son llevados con paciencia e interés por todos los habitantes de la casa que desean una pronta integración del chico y un buen futuro para él.

Más tarde Djadi empieza a confiar en las personas y la vida cambia para mejor, a pesar de los vaivenes de los acontecimientos familiares y sociales. Su autoestima aumenta en un mundo muy diferente al suyo que le muestra la otra cara de la realidad frente a su pasado.

Bonita historia, contada con bastante objetividad, sin cargar las tintas en los aspectos más sensibles de la acogida, el abandono o la guerra. Todos estos temas están muy presentes sin ser nombrados ni recordados continuamente.

La habilidad del autor lleva a los lectores a devorar las páginas y a comprender la situación que pasa el protagonista, a la par que va conociendo al resto de habitantes de la vivienda y sabe qué acciones llevan a cabo cada uno para que la integración del chico sea lo mejor posible. Todos ayudan en el proceso.

El poeta y novelista alemán, Peter Härtling, escribió poco antes de fallecer esta historia de un niño que huye de la miseria y el horror, que tuvo la fortuna de poder integrarse en una sociedad de la que desconoce todo pero que le abre las puertas de una vida mejor.

Este libro acerca la dura realidad de una parte del mundo muy castigada a los jóvenes occidentales que viven en una sociedad feliz y agradable ajena a los fanatismos y guerras cruentas.

 

 

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