Los viernes y sábados se organiza en Lavapiés este particular casting sólo apto para los más desvergonzados.

CARLOS MESA ESPINOSA. «Se buscan personas con perfil comercial, idiomas y que sepan cantar, para nuevo local de entretenimiento. Las condiciones son 500€ a la semana, residencia y nada de intimidad». Un anuncio muy atractivo que nos lleva a la obra El casting para mayores de 18 años, esta original propuesta escrita y dirigida por Doriam Sojo.

Un espacio escénico único: un antiguo burdel en pleno barrio de Lavapiés reconvertido en sala de teatro por el propio Sojo, donde de lunes a domingo se puede disfrutar de su programación —como nosotros ya hicimos con Cretinos.

El espectador, que ha comprado con anterioridad sus entradas, llega al lugar un tanto descolocado. ¿Es una sala de teatro? ¿Es una sala de casting? El taquillero —o portero— no parece muy amigable. Maniquíes, terciopelos y cortinas adornan el lugar. Van pasando una lista en la que los candidatos-espectadores se deberán ir apuntando. Hasta que de un momento a otro, y sin esperarlo, comienza la función.

Pilar Minsa, Alexandra Torres y Ainhoa Tato son las tres actrices encargadas de contarnos la historia. Unas interpretaciones que casi se pueden respirar. Aquí no existe escenario alguno. Una experiencia de teatro de inmersión que, sin duda alguna, ayuda al espectador a meterse de lleno en la historia.

Resaltar la increíble vis cómica de Pilar Minsa, su frescura y su enorme capacidad de improvisación que hace sorprender y reír a carcajadas, pero que también pone los pelos de punta. También la fuerza interpretativa que desprenden Alexandra Torres y Ainhoa Tato trabajando en distancias tan cortas, además de sus voces en directo.

¿Qué somos capaces de hacer por cumplir nuestro sueño? Aunque algunos de ellos se queden roídos en una cama son sábanas de leopardo.

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