Mamá de Hélêne Delforge. Ilustraciones de Quentin Gréban. Algar, 2018. Traducción de Teresa Broseta. 27 × 34 cm., 64 pp.,

Por Anabel Sáiz Ripoll.

 

Mamá es un libro en gran formato que emocionará a niños y a pequeños. Se centra en una de las figuras fundamentales en la vida, la más esencial quizá,  la madre. No es cierto eso de que «madre no hay más que una» y el libro se encarga de demostrarlo.

Con unas ilustraciones hermosísimas e impactantes, llenas de luz, de realismo y de verdad, «Mamá» nos va introduciendo, mediante textos, en verso y en prosa, en un universo íntimo y privado como es el que señala las relaciones entre una madre y sus hijos.

Encontramos madres abnegadas, otras que no lo son tanto y que no por eso dejan de ser buenas madres, madres de culturas diversas que llevan a sus hijos al trabajo, madres con oficios curiosos, madres solteras, madres abandonadas, madres que han perdido a su hijo, madres que necesitan reafirmarse, madres alejadas de sus hijos, madres extenuadas… Todas ellas unidas por el amor que sienten hacia sus hijos y que no tiene por qué manifestarse siempre de la misma manera.

En una sociedad muy de fachada parece que el papel de la madre haya ser siempre perfecto, que la madre no pueda presentar ni un renuncio, pues no es así, las madres también se cansan, padecen y se desesperan y eso no impide que sigan luchando por sus hijos.

El libro debería ser leído a dos voces, la de la madre y su hijo, para que esta lo acompañase en la maraña de sentimientos que afloran en las distintas estampas que forman el libro. 

Cada lector acabará dando con el texto con el que se identifique y entonces florecerán las letras y todo será más amplio.

La escenas cotidianas (como la del niño que no quiere comer brécol o la del que se pierde en la playa) se mezclan con otras diversas (la de la marquesa alejada de su hijo que será criado por una nodriza) y con otras más profundas e intimistas (la madre que pide a ser hijos seguir siendo su madre, la que es consciente de que los hijos no son de su propiedad, la que disfruta con sus besos, la que se añora de cuando estaba embarazada, la que ha sufrido una pérdida).

Por encima de todo hay un sentimiento o una emoción que unifica todos estos perfiles maternales. Nos referimos al amor, pero al amor lejos de la ñoñez y de la cursilería, al de verdad.

«Mamá» es un regalo perfecto para las madres, por supuesto, pero también para los hijos. Conviene, insistimos, leerlo despacio y paladear una a una sus estampas y sus soberbias ilustraciones.

 

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