Musgo de David Cirici. Ilustraciones de Esther Buergueño. Editorial Edebé, Colección Tucán verde, 2018. 195 x 130 mm., 168 pág., 9,40€. (+ 10 años)

 

Por José R. Cortés Criado.

 

Musgo es un perro muy humanizado que piensa, reflexiona, es inteligente, solidario, familiar, valiente…, en suma, no es el perro que yo quisiera tener, sino que quisiera ser como él.

Este perro, al que solo le falta hablar como los humanos, vive por y para los hombres, toda su vida ha estado ligada a personas.

Primero a la niña de la casa donde vivía, después al hermano pequeño que nació y a sus padres, Musgo siempre estuvo pendiente de ellos, sobre todo de los pequeños, de sus caricias, de sus besos y de sus olores.

Un día despierta el perro y la vivienda donde residía no está, una bomba la destruyó, desde entonces sueña con el olor de su amita, a veces siente que está cerca, a veces lejos, otras que son deseos y hasta encuentra el hijo pequeño de la familia; de los padres nunca más se supo.

Si a esta pena de perder su casa y sus amos se une que es un perro doméstico y carece de la experiencia de los perros callejeros para sobrevivir en la calle, nos imaginamos un Musgo triste que sobrevive a duras penas y termina junto con otros cinco chuchos abandonados con los que vive todas las peripecias que nos cuenta el libro.

Aunque nunca nos da el narrador una fecha, el lector pronto descubre que está en Alemania al final del nacismo, y Musgo vive las consecuencias de la guerra, sabe de los campos de exterminio, tanto por las penurias que pasan estos animales como las de los presos que vigilaban en un campo de concentración.

Al finalizar la guerra la vida vuelve a la normalidad y Musgo y Menta, los dos sobrevivientes del grupo de seis compañeros de avatares, terminan acogidos por un preso al que ayudaron a escapar y cuando más felices son, Musgo sigue triste porque el recuerdo de su amita Janinka y su hermano Mirek permanece imborrable en su mente.

Al final los encuentra, viven separados pero el perro consigue que ambos se reencuentren y compartan la vida con la pareja que acogió a los animales.

Triste historia, llena de solidaridad y amor con final feliz para el protagonista.

El relato está muy bien hilvanado y tiene mucha agilidad narratoria. Si comienzas su lectura no paras hasta llegar al desenlace. Cada capítulo lleva por título dos versos rimados.

David Cirici ha sabido reflejar muy bien los pensamientos del perro, todo está contado desde su óptica, describiendo situaciones como animal, ya que no posee el vocabulario de un ser humano ni sus conocimientos para explicar determinados sucesos.

Me ha gustado mucho este libro, he disfrutado con su lectura y he sentido toda la carga lírica del mismo. Emoción y alegría se unen página tras página a pesar de las circunstancias amargas en las que se desarrolla la trama.

Magnífica historia la de este perro extraviado que no pierde las esperanzas de recuperar su familia, su pasado perdido y es capaz de superar todas las trabas que se interponen entre él y los seres que más quiere.

Este título fue distinguido con el Premio edebé de Literatura Infantil en el año 2013 y en Italia obtuvo el Premio Strega, el premio Cento y el Premio Nazionale “Un libro per l’ambiente” en el año 2016.

El libro está ilustrado con unas graciosas imágenes de Esther Buergueño.

 

 

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