‘¡Sé valiente, pequeño pingüino!’ de Giles Andreae
¡Sé valiente, pequeño pingüino! de Giles Andreae. Ilustraciones de Guy Parker-Rees. Editorial Bruño, Colección Álbumes, 2018. I240 x 294 mm., 32 pp., 14,50 €, (3 años).
Por José R. Cortés Criado.
Pip-Pip es el más chiquitín de una familia de pingüinos, los había de distintas edades y fisonomía, todos se lo pasaban en grande saltando, nadando y jugando en el agua, salvo el Pip-Pip que tenía miedo a zambullirse.
Su padre no lo podía creer, su madre, más comprensiva, le dijo que todos tenemos miedos y que cada uno ha de intentar superarlos, aunque no todos son fácil de superar.
Poco a poco y por no enfadar a su mamá el pequeño se acercó al agua y con más miedo que otra cosa se lanzó al mar. La madre se preocupó por lo que tardaba en salir a la superficie, saltó en su ayuda y lo descubrió más feliz que nadie bajo el mar.
Desde entonces, salta, hace cabriolas y se divierte con los demás, superó su miedo y descubrió lo divertido que es estar en el agua con sus amigos.
Sencilla historia la de este pequeño pingüino que sirve como metáfora de todos los pequeños, niños y niñas, que han de superar sus miedos ante el aprendizaje de cualquier tarea en sus vidas.
El libro nos dice que con amor y paciencia los pavores pueden ser superados frente a actitudes bruscas o intentos de ridiculizarlos por sus fobias, como es casi habitual en nuestra sociedad cuando se descubre una debilidad en otro.
Si ingenioso y tierno es el texto, mayor son, si cabe, las ilustraciones. El colorido de esa familia de pingüinos y su entorno hacen que el libro sea muy atractivo nada más verlo.
Cualquier escena es digna de observarse con detenimiento, como el salto de Pip-Pip, la zambullida de la mamá, el juego de los pequeños en el agua, el fondo del mar que se imagina el protagonista o la presentación de los pingüinos gorditos, delgados, mayores y pequeñajos.
Sin duda un buen álbum ilustrado que hará pasar un buen rato a grandes y pequeños, sean o no pingüinos.