El cineasta noruego Erik Poppe centra su película Utoya, 22 de julio lo que ocurrió el verano de 2011 en el que más de 500 jóvenes, reunidos en un campamento de verano de estudios políticos en la isla de Utoya, fueron atacados por un hombre armado de extrema derecha. Una película protagonizada por Andrea Berntzen rodada en el mismo lapso de tiempo que duraron los atentados, en un intento del realizador de aproximarse lo máximo posible a lo que fue una realidad que acabó con la vida de 77 personas, adolescentes en su mayor parte.

El director Poppe, que durante muchos años fue reportero de guerra es conocido por su conocimiento de la actualidad, con película como Mil veces buenas noches protagonizada por Juliette Binoche y Nikolaj Coster-Waldau. Tras su paso por la Sección Oficial del Festival de Berlín, Utoya, la película compitió por la Espiga de Oro en la Seminci de Valladolid, además de obtener en los European Film Awards el Premio a la Mejor Fotografía para el operador Martin Otterbeck.

Utoya. 22 de Julio

Kaja, una adolescente de 18 años, disfruta con sus amigos en un campamento de verano para estudiantes en una isla cercana a Oslo. Es 22 de julio de 2011, y todo el país está conmocionado tras la explosión de una bomba en un edificio gubernamental de la capital. Los jóvenes intentan tranquilizar a sus familias diciéndoles que están lejos del lugar del atentado. Pero la calma se desvanece cuando se empiezan a escuchar disparos en la isla. Kaja tratará de sobrevivir entonces en medio del caos.

 

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