Un rico pastel

Un rico pastel. Texto e ilustración de Christian Voltz. Editorial Kalandraka, 2020. 40 pp.,13 €, (+ 3 años).

Por José R. Cortés Criado.

 

¿Qué ocurre cuando un joven enamorado quiere elaborar un rico pastel para sorprender a su amada? Pues que pide ayuda a sus amigos para quedar bien.

Así que como hacemos hoy en día, acude a internet y por medio de su móvil localiza la mejor receta, pero le queda hecho un puré, a pesar de haber seguido todo paso a paso; menos mal que sus amigos están dispuestos a echarle una mano.

El primero en aparecer en escena es un cerdo, que ni corto ni perezoso le recomienda echarle patatas con piel; después hace acto de presencia un canguro que le aconseja ponerle zanahorias y miel; al cerdo le parece buena idea. El ratón pide añadirle un nabo, y el sapo un puñado de moscas.

Esto último es rechazado por todos, así que se quedan en la cocina el chico y los tres primeros animales en aparecer, y siguen los problemas: que si tiene grumos, que si échale agua…, hasta que llegó la invitada. Los amigos se marcharon.

La chica llega a la cocina, observa la olla y nada más mirarla dice que es una invitación muy original, nunca la invitaron a una crema de verduras, que a ella le encanta y que está cansada de merendar dulces.

La última escena es el banquete que se dan todos los personajes menos el sapo que, enfadado, se marcha para elaborar un verdadero pastel.

Divertida historia en la que la colaboración de los amigos consigue que todo salga bien. Paso a paso se suman consejos bienintencionados de los asistentes, ya que cada uno pide que le añadan lo que a él más le gusta y da como resultado un mejunje verdoso, que al parecer, sabe bien.

Las ilustraciones son unas magníficas escenas montadas con ayuda de múltiples materiales. Desde telas para manteles, huevos, tetrabik, arandelas, mangos de herramientas, alambres, latas oxidadas, fieltro, cucharas, pelapatatas… Todos los elementos aparecen sobre fondos de diferentes colores

La originalidad de la ilustraciones atraen la atención de los lectores, ya sea por las pelambreras de cuerda o tela de saco, los ojos de arandelas doradas o dentadas, la original hornilla o el saquito de harina.

Seguro que gusta a grandes y pequeños por su originalidad y gracia.

 

 

 

 

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