De Miguel Jiménez de Cisneros, ganador X edición Excelencia literaria / www.excelencialiteraria.com.
Pol sudaba ante los apuntes de Derecho Administrativo que tenía que memorizar para el examen del día siguiente, el último del curso. Parecía mentira, pero si aprobaba, no tendría que estudiar ninguna asignatura para septiembre, algo inaudito en el expediente de Pol Camacho, estudiante de la Universidad Pablo Tárrega, de Madrid.
A pesar de que había apagado el móvil, el ordenador y la música, no lograba concentrarse. No podía… ¡Aquello era imposible! Iba a estallarle la cabeza en cualquier momento.
Se sentía inútil, porque no se le grababa un solo párrafo en la cabeza. Estaba saturado. Y todo por haberlo dejado para el final… Pero eso era lo que había; no cabía marcha atrás.
***
De camino al aula 122, se topó con Carmen, una de las alumnas más aplicadas del curso.
-Carmen, ¿qué me aconsejas? A ti siempre te salen bien los exámenes, a veces estudiando menos que yo.
-Pol, es mucho más sencillo de lo que imaginas: no se trata de soltarle un rollo al profesor, sino de, serenamente, sin prisa pero sin pausa, exponerle con tus palabras la respuesta a sus preguntas, demostrando que sabes y comprendes. De hecho, debemos ser sabios, no eruditos.
-Vale… Gracias –no tenía nada más que añadir.
Evitó los ojos de la chica, porque había perdido toda esperanza tras escuchar sus palabras. Sin embargo, ella le agarró el brazo cuando él se disponía marcharse.
-Pol, tranquilo. Sé tú mismo. Ese es el único truco.
En el aula aún no estaba el profesor. Pol trató de cambiar deprisa y corriendo la estrategia y aplicar el consejo de Carmen.
Al cabo de diez minutos, entró el profesor.
***
-Enhorabuena, Camacho. Tiene usted una de las mejores notas de la clase. Me ha llamado la atención su buena expresión escrita. ¿Algún secreto?
-Ser uno mismo, profesor; ese es el truco.
Esta semana os recomendamos la nueva novela de Mayte Esteban La lectora de Bécquer que…
Si una de las ilusiones que tienes es estudiar el grado de Historia, Geografía e…
Una ovejita de Julia Montoro –Una ovejita, dos ovejitas, tres ovejitas… cien ovejitas… trescientas veinte…
Imagina por un momento estar en un pequeño pueblo donde todos se conocen y donde…
Los hijos del Justo es la ópera prima del escritor andaluz Fran Ortega, una novela…
En Enérgicos tonos ocres y otros relatos, Carlos A. Alarcón Castellanos se revela como un maestro…