Por José R. Cortés Criado.
Hace muchos años vivía felizmente un ratón en una biblioteca leyendo libros de las personas, pero cierto día echó de menos a sus congéneres; descubrió que habían emigrado a América huyendo de un arma mortífera contra los ratones que había creado el hombre, y él también decidió iniciar el viaje pero no le fue fácil, primero hubo de llegar al puerto, después huir de los gatos hambrientos.
Como aquello no le fue fácil, quiso volar como sus primos los murciélagos e intentó convertirse en la versión ratonil de Ícaro y… siguió probando nuevos artilugios para volar e intentando sobrevivir a felinos y lechuzas hasta que consiguió crear un avión que lo transportó hasta el nuevo continente.
A lo largo de las páginas conoceremos los pormenores del roedor, sus problemas, sus anhelos y su ingenio; el autor nos muestra paso a paso como avanza en sus tareas este animal, que alcanzó la fama gracias a su hazaña.
Al final del relato, un niño, Charles Augustus Lindbergh, leyó emocionado la noticia del ratón volador y sus hazañas en las pistas del circo y se propuso emular al pequeño héroe.
El texto es ameno, presenta de forma bien estructurada la narración, pero la fuerza del relato la llevan las ilustraciones, teñidas de un color sepia con pequeños puntitos que las envejecen.
Las imágenes son de gran realismo y muy minuciosa su elaboración; son múltiples los pequeños detalles que acompañan cada página, y muestran gran fuerza las acuarelas.
Son muy bellas las imágenes de los viajeros al pie del barco en el muelle de Hamburgo, el conjunto de maletas que aguardan ser embarcadas; y de una viveza inigualables las imágenes de animales donde el gato o el ratón parecen salir del papel o esas lechuzas que acechan a su pequeña presa cada noche.
Al final de relato el autor presenta una corta historia de la aviación nombrando a Otto lilienthal, Wilbur y Orville Wright y Charles Lindbergh.
Torben Kuhlmann estudió Ilustración y Diseño de Comunicación y se graduó con el proyecto de su primer álbum ilustrado, Lindbrgh: la increíble historia de un ratón volador, en el que desarrolla su potencial creador y muestra su amor por la aviación.
La obra es un homenaje a Charles Augustus Lindbergh, estadounidense que en 1974 cruzó el océano Atlántico a bordo de un avión monomotor llamado Spitir os St. Louis sin escala, en solitario. Este ingeniero aviador voló desde Nueva York hasta París.
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