Muchas personas viven, sin darse ni cuenta, una vida que no es la suya, sino la que se han ido encontrando por el camino. No la han construido porque jamás han tomado decisiones sobre ella. Han gestionado mal su tiempo, porque nunca se han parado a mirar hacia atrás y han reflexionado. Y cuando dicen que están perdiendo el tiempo, no se dan cuenta de que lo que pierden es la vida.
Este libro rompe paradigmas e introduce nuevos conceptos, con el objetivo de dejar de hacer lo que hemos hecho hasta el momento y empezar a emprender acciones nuevas, deshacer bloqueos mentales y salir de nuestra zona de confort. Porque si queremos cambiar nuestra vida, hemos de empezar por hacer cosas diferentes.
¿Quién quiere conseguir lo que se propone en esta vida? Ante esa pregunta, todo el mundo responderá, alto y fuerte: ¡yo! Y, sin embargo, la mayoría de las personas desconoce cómo debe estructurar su tiempo/su vida para alcanzar los objetivos. Porque cuando hablamos de tiempo, hablamos de vida. Y cuando decimos que estamos perdiendo el tiempo lo que estamos diciendo es que estamos perdiendo la vida. Gustavo Piera parte de tres constataciones: obtener resultados no es más que conseguir lo que queremos, después de decidir qué, por qué y cómo; no se pueden obtener resultados si no se tiene una visión global, una estructura y un control; y no podemos crear esta visión global si no planificamos nuestro tiempo, estableciendo prioridades, para obtener mejores resultados. Una tarea ardua pero gratificante, que debemos comenzar, así lo recomienda el autor, dándonos cada día veinte minutos para la reunión más importante que uno puede mantener, que es la reunión conmigo mismo.
«Gustavo dice que más vale un gramo de acción que un kilo de intención. Y así es, si queremos saborear lo que él llama ‘momento perla’, momentos de felicidad. Porque al final lo importante es no defraudarse a uno mismo; y la fórmula es paciencia, coherencia y equilibrio de las 4 C —cuerpo, cerebro, corazón y coraje—, que nos permitirán sincronizar nuestro universo y clarificar nuestra visión.» del prólogo de Pilar Jericó.
Una ovejita de Julia Montoro –Una ovejita, dos ovejitas, tres ovejitas… cien ovejitas… trescientas veinte…
Imagina por un momento estar en un pequeño pueblo donde todos se conocen y donde…
Los hijos del Justo es la ópera prima del escritor andaluz Fran Ortega, una novela…
En Enérgicos tonos ocres y otros relatos, Carlos A. Alarcón Castellanos se revela como un maestro…
Se acerca el verano y no solo nos podemos divertir refrescándonos en la piscina o…
La importancia de llamarse Ernesto, uno de los más corrosivos retratos sobre la hipocresía social,…