‘Verónica quiere un amigo’ de Pep Molist y Ona Caussa

 

Verónica quiere un amigo de Pep Molist. Ilustraciones de Ona Caussa. Editorial Algar, colección Calcetín Blanco, 2018. 130 x 205 mm, 64 pp., 8,95€. Primeros Lectores.

 

Por José R. Cortés Criado /@unabrazolector

 

Verónica Gómez era una niña con suerte, al menos eso parece, porque cuando quería algo siempre estaba su papá o su mamá para comprárselo, y si no, su tía. Ya fuese una muñeca o un coche de bomberos o una visita al circo.

Por tener tenía hasta dos mascotas espectaculares, una era Lupus, el último lobo de su zona y la otra era una serpiente de Oriente que se arrastraba por el suelo de su casa y de su jardín.

Tener tenía de todo y en cantidad pero echaba de menos algo que no se compra, necesitaba alguien con quien compartir un secreto, con quien jugar, con quien compartir sus miedos con quien…en resumen, quería un amigo.

Su sueño se hizo realidad cuando llegó a casa un paquete con un hombrecillo de metal y plástico con unos papeles en la mano. Era su amigo.

El único inconveniente es que debía educarlo para tal fin, porque cuando le pedía algo ese señor no sabía qué hacer y Verónica no tenía paciencia para ir enseñándole las nociones básicas.

Como la niña no le hacía caso a Glup Glups, este buscó la compañía de sus padres y de sus mascotas, con los que pasaba mucho rato, hasta que ella comprendió que lo mejor era iniciar de nuevo las relaciones.

Así que no le quedó más remedio que llevarlo a su habitación y comenzar a enseñarle sus cosas para luego continuar con las instrucciones que recoge el manual del nuevo amigo.

Divertida historia de una niña mimada que echa en falta lo más importante en la vida cuando empezamos a descubrir el mundo que nos rodea, una persona amiga.

A ella le regalan, como siempre, un amigo, pero tiene un problema para que lo sea hay que ganárselo a pulso, ya sea contando con él para todo o mostrándole nuestro interior, pero no es gratuito ni impuesto, es un acto voluntario y activo. Hay que trabajar para conseguir una amistad.

Esa mezcla de personajes humanos, animales y robot dan una nueva dimensión al sentido de la amistad y nos envuelve en un mundo mágico donde todos nos entendemos y nos comunicamos como si compartiésemos la misma cultura.

Amena historia para los pequeños egoístas que antes de abrir la boca ya disponen de todo cuanto desean.

El texto de Pep Molist se complementa con las ilustraciones de Ona Caussa, que nos muestra, en colores vivos, diferentes escenas de la trama. Representa a la protagonista con un atuendo muy actual y su inconfundible personalidad al aparecer con un calcetín de cada color rodeada de sus muñecos y mascotas.

 

 

Redacción

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