Billy Janet de Julia Donaldson. Ilustraciones de Axel Scheffler. Traducción de Roberto Vivero Rodríguez. Editorial Bruño, 2020. 255 x 290 mm, 32 pp., 15 €, (+ 3 años).
Por José R. Cortés Criado.
“Juega con los coloraditos, juega con los azulones. ¡Juega con todos los amigos que quieras tú!”
Julia Donaldson: Billy Janet.
Esta historia transcurre en un planeta lejano, donde viven dos pueblos algo distintos, unos son rojos y otros son azules; entre los primeros estaba la joven Janet, y entre los segundos, Bill.
Ambos jóvenes fueron educados por los más ancianos, y se supone que sabios, de sus comunidades en un odio irracional hacia el diferente. Está claro que los distintos son temidos por los otros.
Y no es para menos, unos tienen pelos en la cabeza, otros tienen antenas; unos duermen en agujeros, otros en casas; unos tienen zapatos muy feos, otros disfrutan bañándose en el lago, otros saltando…
Pero cierto día Janet y Bill se encontraron en el Bosque Encantado donde crecen árboles y plantas maravillosas, y jugaron y cantaron y se contaron cuentos y…claro, los ancianos no lo vieron bien, cada uno fue llevado a su espacio y siguieron las advertencias de que el otro es feísimo y peligroso.
Pero el amor es más fuerte y los jóvenes deciden fugarse. Las familias se culpan mutuamente y como aquellos se fueron con el cohete de los rojos, ambas familias debieron viajar en el cohete de los azules, poco a poco se fueron conociendo y vieron que no en tan peligrosos. Viajaron de planeta en planeta, vieron lugares diferentes, maravillosos, coloristas, conocieron otros seres vivos con aspectos muy variados.
Al final encontraron a la pareja, y comprobaron que no estaba sola, ahora eran tres y lo más curioso era el aspecto de su retoño, sobre todo su color, pensad si se mezclan el rojo y el azul qué color podría resultar. Desde entonces hicieron las paces, eliminaron los viejos temores y viven felices y contentos.
Sencilla historia de seres de otras galaxias para hacernos reflexionar sobre la importancia de conocer a los vecinos, aceptar las diferencias como algo natural y enriquecedor y no dejarnos llevar por falsos prejuicios.
Los textos, sencillos y breves, juegan con la tipología de las palabras, su tamaño y forma para animar la lectura que se ve acompañada de unas excelentes ilustraciones a todo color ricas en detalles. Así que podemos ver seres extraños con antenitas, ojos, cuernos o pelos en la cabeza, cuerpos similares, piernas y pies variados y gustos bastantes diferentes.
Las ilustraciones son las que dan un toque especial al cuento, y no solo por los personajes, también por las plantas, árboles, insectos, aves y demás seres que pueblan estos planetas únicos y ricos en matices.
Esta nueva versión de unos amantes que a pesar del odio de ambas familias terminan viviendo juntos es obra d ellos creadores de El grúfalo.
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