Entrevista a Cristina Pardo: ” Lo único previsible que veo yo en Rajoy es que es imprevisible”
Esta mañana hablamos con la periodista Cristina Pardo, autora del libro Los años que vivimos PPeligrosamente que acaba de editar Plaza&Janés y que llegará a nuestras librerías el próximo 3 de abril, una crónica fresca, ácida, divertida e inteligente de la trastienda política reciente.
Cristina Pardo (Pamplona, 1977), estudió periodismo en la Universidad de Navarra y a pesar de su juventud cuenta con una larga trayectoria profesional. Aunque le hubiera gustado hacer periodismo informativo, la primera oportunidad le llegó de la mano de Antonio Herrero en los micrófonos de laCOPE, en el programa La mañana, donde también trabajó con Luis Herrero y Federico Jiménez Losantos.
En 2006 abandonó la radio para formar parte del equipo de La Sexta Noticias, donde ha llegado a ser uno de los nombres imprescindibles de la información política, ya sea en sus informativos, como presentadora del debate Al rojo vivo en ausencia de Antonio García Ferreras, o en las entrevistas políticas en La Sexta Noche. Desde 2008 cubre la información del Partido Popular, lo que la ha convertido en testigo de excepción de la primera línea política que ha intentado transmitir en este libro.
@cristina_pardo
P. ¿En qué momento se dio cuenta de que su trabajo en elPP daba para escribir un sainete?
R. Creo que a raíz de las explicaciones del PP sobre el caso Bárcenas. Aunque antes también hubo episodios surrealistas, como los últimos meses de Camps en la Generalitat valenciana. Creo que la realidad está siendo, en muchas ocasiones, dramática y cómica al mismo tiempo.
P. ¿Es tan divertido como parece?
R, Sí. A mí no me gusta tomarme todas las cosas demasiado en serio, porque creo que entonces es mucho más difícil vivir. Cubrir la información del PP es un regalo para un periodista.
P. Viéndolo tan de cerca, ¿se entiende mejor lo que les está pasando en el seno del PP?
R. Se entiende mejor, porque hablas con miembros del PP y tienes más claves que otras personas que no se dediquen a esto. Pero también han pasado cosas que no se entienden ni con manual de instrucciones. Por ejemplo, la indemnización en diferido o las espantadas de Rajoy cuando todos estábamos al borde del ataque de nervios pensando que nos rescataban y nos hundíamos.
P. En el libro (me parece) muestra una cierta debilidad por María Dolores de Cospedal, la única que ha dado la cara en todo el caso Bárcenas… lo que ha servido, entre otras cosas, para que se la partan.
R. No es que tenga debilidad por Cospedal. Es que me parece que, en una época en la que se han hecho tantas cosas mal en materia de comunicación, al menos ella ha dado la cara. Es verdad que forma parte de su trabajo como Secretaria General, pero es que hay personas de las que seguramente también esperábamos alguna explicación y no la han dado. Creo que Cospedal ha hecho esfuerzos para desmarcarse de Bárcenas, aunque no siempre le hayan salido bien. Quizá porque tenía que hacer equilibrismos entre lo que le pedía el cuerpo y lo que le pedía el partido. Y eso no puede salir bien.
P. ¿Es Rajoy tan previsible como dice?
R. ¡Noooooooo! Lo único previsible que veo yo en Rajoy es que es imprevisible. Basta que todo el mundo espere una cosa, para que él haga otra diferente.
P. ¿Tan perezoso como dicen?
R. No lo creo. Lo que ocurre es que su táctica para afrontar muchos temas es esperar a que escampe. Y eso se confunde con pasividad o pereza. Pero creo que es una forma de actuar más sofisticada que todo eso. Es agotar al rival. Es frialdad. Y así ha obtenido algunos éxitos, como el de sortear el rescate de España.
P. ¿Tan insensible como parece?
R. Más que insensible creo que tiene las ideas claras. Y entonces, va a por ellas sin pararse demasiado por el camino. Por ejemplo, él dice que sabe que no ha cumplido su programa, pero que cree que ha cumplido con su obligación, y que hará lo que tenga que hacer independientemente de lo que prometió. Para hacer eso y aguantar el descrédito, supongo que hay que tener las espaldas anchas.
P. ¿Tan impasible como aparece?
R. Creo que es muy frío, sí. Y por lo tanto, aparentemente impasible. De hecho, una de las cosas en las que creo que ha fallado gran parte del Gobierno y del PP es en no articular un discurso empático y comprensivo hacia los padecimientos de la gente.
P. El libro está escrito en primera persona, cuenta lo que ha visto y vivido. ¿Cubrir información del PP era su primera opción profesional?
R. No. Estudié Periodismo porque admiraba a José María García. Quería hacer deportes. Pero la vida nunca me ha llevado por las ideas que inicialmente tenía. Nunca he llegado a hacer deportes, nunca pensé que trabajaría en la tele, nunca pensé que cubriría información política y nunca pensé que en La Sexta me iban a dar la oportunidad de presentar ‘Al rojo vivo’ cuando Ferreras no está. Es decir, que da igual cuál pueda ser mi próximo deseo profesional, porque vete tú a saber por dónde me llevará la vida. Soy unapersona muy afortunada.
P. Una periodista a la que no dejan preguntar ¿en qué se convierte?
R. En una periodista incómoda para el poder.
P. Cuenta las miserias de los informadores que cubren las ruedas de prensa del Consejo de Ministros… ¡Mira que les gusta a los periodistas hablar de lo suyo!
R. Bueno, es que eso forma parte del todo. Que a algunos no nos dejen preguntar en ruedas de prensa o que haya tantos cambios de directores de periódicos o que se premie de alguna manera a los periodistas llamados afines, es una manera de entender la libertad que nos afecta a todos. Yo tengo amigos en el PP y son aquellos que desde el primer día me trataron con respeto y en función de lo que soy, no del medio en el que trabajo. Y yo con ellos hago lo mismo.
P. “Los años que vivimos PPeligrosamente”… Oiga, ¿nos quedan muchos?
R, Económicamente, ojalá no. Aunque nuestra calidad de vida ha empeorado y seguramente no volverá a ser la misma o tendrá que pasar mucho tiempo para que lo sea. El oscurantismo es otro de los peligros que hemos padecido en los últimos años, aunque se presuma de la ley de transparencia. Y está cambiando muy despacio, cuando no a peor. Nos hemos habituado a la falta de explicaciones, a las versiones contradictorias, a personalidades públicas que no están a la altura de las circunstancias… Y no vale todo.
P. Los simpatizantes del PP que lean mi libro acabarán… (Rellene los puntos suspensivos.)
R. ¡Jaja! Con que lo acaben, me conformo. Luego, ya veremos.
P. Los votantes del PSOE que lean mi libro acabarán… (Lo mismo.)
R. Que lo acaben y después, ya hablaremos.
P. Tras escribir el libro yo he acabado… (Ídem.)
R. Un poco enfadada, al ver en conjunto todo lo que ha pasado en los últimos años. Y también muy contenta, porque creo que he conseguido lo que quería: reflejar una realidad delicada con un tono desenfadado.