Entrevista a Beatriz Osés, autora de la nueva saga juvenil de misterio ‘Erik Vogler’
«Me gustaría que cualquier lector se divirtiera con la historia que he imaginado».
Por Carmen Fernández Etreros.
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Esta semana llega a nuestras librerías una nueva saga juvenil escrita por la autora Beatriz Osés que nos cuenta las andanzas del antihéroe Erik Vogler, una vuelta de tuerca a la figura del detective tradicional. Erik Vogler es el quinceañero más friki y repelente del planeta, detective por accidente y protagonista de historias espeluznantes.
Maniático,ultraordenado, archipuntual, hiperescrupoloso y no sale de casa si no va vestido a juego. Lo último que busca en la vida es acción… y sin embargo parece tener un imán para los sucesos más escalofriantes. En más de una ocasión tendrá que correr para poner a salvo su vida y la integridad de sus zapatos italianos. Las dos primeras novelas son Los crímenes del rey blanco y Muerte en el Balneario editadas por Edebé. Una de las saga policial original y que cuenta con un protagonista insólito, tintes de paranormalidad y mucho humor.
Beatriz Osés (Madrid, 1972), es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, aunque actualmente ejerce la docencia como profesora de Lengua y Literatura en Extremadura. Como escritora ha sido galardonada con los premios Joaquín Sama y Giner de los Ríos a la innovación educativa, el Premio Lazarillo de Creación literaria 2006 por su obra Cuentos como pulgas, el Premio Internacional de Poesía Infantil Ciudad de Orihuela 2008 por El secreto del oso hormiguero y el Premio de Novela Juvenil La Brújula 2010 por El cuentanubes, obra
con la que fue finalista del Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil 2011. Con Edebé ha publicado en el 2014 el libro infantil Un cocodrilo para Laura y ahora esta serie de Erik Vogler.
P. ¿De dónde surge la idea para escribir la saga de ‘Erik Vogler’?
R. Me divertía la idea de colocar a un tipo histérico y maniático en situaciones muy comprometidas, al límite de lo racional, y en mostrarle cómo el peligro podía encontrarse en el lugar más insospechado, no tanto en sus prejuicios sino en lo que él podría haber considerado “normal”.
P. ¿Cómo se te ocurrió el personaje de Erik, un adolescente maniático ultra ordenado y poco comunicativo?
R. Pensé en las manías y fobias que todos tenemos y fui viendo al personaje. Me resultó muy divertido y, por supuesto, tomé algunos de mis miedos y rarezas para crearlo. Sin duda, Erik nació por oposición a su abuela. Los dos se retroalimentaban cuando empecé a imaginarlos. Si el joven era maniático, esclavo de la moda y un obseso de la limpieza, Berta Vogler pasaría de todo. Formarían una extraña pareja obligada a “disfrutar” de unas vacaciones de Semana Santa en un pueblo alemán. A ellos se uniría un chico misterioso llamado Albert Zimmer, otro contrapunto a la figura de Erik.
P. ¿Habías escrito alguna otra novela para adolescentes? ¿Qué te ha parecido la experiencia?
R. Había publicado anteriormente El cuentanubes (2010) y, después de escribir el primer libro de Erik, se editó El misterio del gato negro (2013) un pequeño juego con “La ventana indiscreta”, donde aparecía el fantasma de una joven italiana llamada Irene Conti. Aunque los lectores que conocen El misterio del gato negro piensen que Irene Conti pudiera haber servido de inspiración para crear al fantasma de Sandra Nadel, en todo caso, habría sido al revés ya que terminé antes “Los crímenes del rey blanco”. En cuanto a la segunda pregunta, para mí, escribir, en cualquier género (poesía, novela, microrrelato…) supone un juego y un reto. Lo disfruto, a veces me desespero, pero me centro en lo que quiero contar. Por eso no entiendo muy bien después las clasificaciones rígidas por edades. Nunca estaré de acuerdo con que Cuentos como pulgas sea un libro para niños de 6 a 8 años o con que limiten mis poemarios o mis novelas a una edad concreta. Me gustaría que cualquier lector se divirtiera con la historia que he imaginado, igual que me ocurre a mí cuando me vienen a la mente Erik, su abuela o Albert Zimmer. Tengo 42 años, no soy una preadolescente y, sin embargo, lo pasé fenomenal inventando a Erik. ¿Por qué no iba a poder hacer lo mismo alguien que lo leyera y sobrepasara mi edad? Si le gusta el misterio y quiere unos personajes peculiares, que se lo lea y se divierta. Y, si le da no sé qué, que lo forre con papel de periódico mientras lo disfruta en el vagón del metro.
«Tengo 42 años, no soy una preadolescente y, sin embargo, lo pasé fenomenal inventando a Erik. ¿Por qué no iba a poder hacer lo mismo alguien que lo leyera y sobrepasara mi edad?»
P. ¿Por qué decides situar la acción de la primera novela Los crímenes de blanco en el frío pueblo de su abuela?
R. Erik sueña con pasar las vacaciones de Semana Santa en la ciudad de Nueva York y lleva meses planificando la visita. Sin embargo, a última hora, su padre le deja en la estacada por un error en la compra on line de los billetes de avión. Así que pensé que lo peor que le podía ocurrir con semejantes expectativas era quedarse en Grasberg con su abuela.
P. En el pueblo Erik comienza a recibir la visita del fantasma de una chica asesinada, descubre una pieza de ajedrez ensangrentada, un tocadiscos comienza a sonar en el silencio de la casa, ¿cómo se enfrenta Erik a todos estos misterios?
R. Como se enfrentaría cualquier miedica, es decir muchos de nosotros, a una situación similar, deseando huir a toda costa y volver a la normalidad. Sin embargo, los acontecimientos le van implicando cada vez más en la investigación del caso. Podría decirse que Erik se debate constantemente entre la curiosidad y el miedo.
P. En la segunda entrega de la serie Erik se marcha a descansar con su abuela a un lujosísimo balneario en el norte de Italia, ¿por qué eliges este país?
R. En las novelas de Erik siempre hay un viaje. En este caso, escogí el lago de Como porque estuve allí hace muchos años y parecía un lugar idílico. Buscando información en Internet, encontré un spa de lujo llamado “Casta Diva”. Pronto me imaginé a Vogler en una de aquellas suites y bauticé al balneario con el nombre de “Celeste Aida”. Esa elección marcaría también muchos detalles y algunas escenas del libro. Quería un espacio aparentemente tranquilo y relajante donde pudiera colocar al personaje al borde de la histeria. Buscaba un punto cómico y peligroso en los “saludables” tratamientos hidrotermales.
P. ¿Cómo evoluciona la relación con su abuela?
R. En Muerte en el balneario, las relaciones con su abuela y con Albert marcan gran parte del humor de la novela. Con Berta Vogler se reafirma esa falta de conexión y con Albert Zimmer se intensifican los miedos y, al mismo tiempo, se produce una extraña complicidad.
P. ¿Qué pueden aprender lo lectores adolescentes de las historias de Erik?
R. Quiero que las disfruten, que imaginen al protagonista y puedan llegar a empatizar con un tipo tan friqui, que se interesen por los lugares, la música, los libros y las referencias artísticas que aparecen en las novelas. También busco que se diviertan con las relaciones peculiares y cómicas que se establecen entre los personajes principales: Erik, su abuela y Albert Zimmer. Y, como ya he dicho, me encantaría que lectores de todas las edades se acercaran al “universo Vogler”, por llamarlo de alguna manera.
P. ¿Vas a escribir más entregas de las aventuras de Erik Vogler?
R. La tercera novela ya está escrita. Se titula La maldición de Misty-Abbey Castle y se sitúa en Irlanda. Todo empieza con una muerte inesperada y un funeral en el condado de Louth.
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