José C. Vales presenta su novela ‘Cabaret Biarritz’, ganadora del Premio Nadal 2015
«¡Ah, Biarritz, Biarritz! Biarritz la incomparable, Biarritz la inmortal… ¡Ah, Biarritz! La vida y los placeres no se conocen si no se vivieron aquellos años dorados de Biarritz»..
El escritor José C. Vales presentó ayer en Madrid su novela Cabaret Biarritz, ganadora del Premio Nadal 2015. El escritor y traductor, autor de El Pensionado de Neuwelke, ha construido en su nueva novela un armazón narrativo realmente ingenioso que evidencia su habilidad para jugar con la trama, los personajes y al mismo tiempo recrear un atractivo fresco de aquella sociedad liberada que lucha por romper con el pasado.
La novela se presenta como un juego para el lector y para ello lo sitúa en un marco tan maravilloso y exclusivo como era Biarritz la localidad vascofrancesa durante los alegres y locos años veinte, cuando se convirtió en lugar de obligatoria visita para aristócratas, adinerados empresarios y vividores sin freno. En sus hoteles, salones y clubes se daban cita la elegancia y el glamour con los excesos, la fiesta, el alcohol y una depravación que por mucho que quisiese vestirse de exquisitez no dejaba de ser inmoral. En un mundo así, las cosas a veces no resultan ser lo que parecen y una muerte que a primera vista pasaría por suicidio, podría incluso convertirse en una cadena de atroces crímenes.
«Por Biarritz, igual que por San Sebastián, pasaron los fulgores principescos de Serbia y Rusia, por allí transitaron las zarinas de rostros translúcidos y rubicundos y los grandes duques de bigotes encerados, y los reyes de España y de Suecia…».
Aprovecha el autor para hacer un paralelismo entre el periodismo de principios del siglo XX y el actual. Solo la personalidad curiosa de un agudo periodista lograría sacar provecho de un suceso tan tremendo como es el hallazgo de un cuerpo sin vida, y llegar a escribir una historia que, a
camino entre la crónica y el libro de investigación, se conforma como ingenioso testimonio de una época. La transcripción en primera persona de todas las entrevistas que Miet tuvo con los implicados, aportan no solo una particular perspectiva del caso, sino una detallada visión del momento acorde al escalafón social de cada entrevistado.
El sentido del humor y la diversión sobreviven a la tragedia a lo largo de toda la novela. Algo que se está convirtiendo en elemento distintivo del autor y del que no puede prescindir, sobre todo, cuando se habla de un momento histórico tan vital como el tratado, donde libertad y pasión se convierten en los valores más importantes ligados al ser humano, especialmente entre las mujeres que valientes y decididas, inician su propia rebelión por ocupar el estatus que merecen.
Gracias al trabajo del personaje protagonista se hace posible bucear en los salones de juego, el confuso mundo del espectáculo, del lujo, en los recovecos del arte y sobre todo, entrar en los cuartos privados de unas vidas plagadas de secretos, ambiciones, deseos frustrados y sentimientos irrefrenables. La investigación periodístico-policial convive entonces con la indagación sentimental y el retrato social de forma equilibrada, conformando un artefacto narrativo que sorprende y provoca al lector en cada uno de sus descubrimientos.