La película La isla mínima de Alberto Rodríguez fue la gran triunfadora de esta edición de los premios Goya, con diez galardones en uno de los mejores años para el cine español. El niño cuatro galardones, Ocho apellidos vascos tres, Mortadelo dos y Magical girl uno.
Una gala que comenzó con un magnífico Resistiré en las voces de Ana Belén, Miguel Poveda, Lolita, Asunción Balaguer, Eduardo Noriega, Fran Perea, Hugo Silva y Clara Lago, entre otros. Un buen comienzo ciral para la gala que unió por primera vez la música con el cine con calidad y entusiasmo.
El presentador Dani Rovira bordó la presentación, brilló con sus chistes, cantando, incluso bailando claqué con Adrian Lastra y se llevó debajo del brazo el premio a actor revelación por su papel en Ocho apellidos vascos.
La isla mínima se llevó casi todo: el diseño de vestuario, el montaje, la dirección artística, el de actriz relación a Nerea Barros, mejor director, mejor actor principal, mejor película…
Los mejores secundarios fueron la pareja formada por Karra Elejalde y Carmen Machi que tanto han divertido a los espectadores con sus papeles en Ocho apellidos vascos.
Lo peor la actuación de Alex O’Dogherty y su teclado orquesta que tan poco pegaba con el ritmo de la noche. El de mejor actor fue para Javier Gutiérrez por su papel de poli malo en La isla mínima y el de mejor actriz para Bárbara Lennie por Magical Girl.
También emocionante fue el discurso de Curro Sánchez, el hijo de Paco de Lucía, que ha logró el Goya al mejor documental por su trabajo ‘Paco de Lucía: la búsqueda, que con lágrimas en los ojos dijo: «Por fin este premio va a descansar al lado del que tiene mi padre”.
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