Entrevista a Juan Carlos Méndez Guédez: “No me interesa una literatura sin emoción”.

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“Las mujeres de hoy en día que no son esas Penélopes que esperaban el regreso del guerrero. Son ellas las que están en la guerra y las que se lanzan a la conquista del mundo”.

 

Por Carmen F. Etreros.

 

Hablamos esta extraño mes de enero mezcla de frío y primavera con el escritor Juan Carlos Méndez Guédez cuya segunda novela desde del éxito de Los maletinesEl baile de madame Kalalú (Siruela) llega esta semana a nuestras librerías. Con él charlamos de este mundo de mezclas en el que nos sumerge su novela en el que aparecen al mismo tiempo el crimen,  el baile, los culebrones y el humor, y que nace de su infancia y adolescencia en un barrio de Caracas.

Una novela negra diferente como no podría ser menos porque como nos comenta el autor “la novela negra si viaja al Caribe baila de tristeza”. Una novela en la que predomina una suerte de mezcla de comedia romántica, historia de aventuras, de amor y de humor,  y en la que nos presenta a Emma, una ladrona venezolana de joyas y arte que es detenida por un crimen que ella dice que no ha cometido y que se confiesa totalmente enamorada de un hombre con el que solo ha hablado cinco minutos.

P. ¿De dónde viene un título tan original ‘El baile de madame Kalalú’?

R. Hay una canción famosa de salsa que hicieron Rubén Blades y Willie Colom llamada Madame Kalalú que era una bruja y cuando empecé a escribir la historia yo sabía que se iba a llamar así. Tenía esa certeza sin saber todavía la razón y al final descubrí que se debía a que de joven a la protagonista la llamaban Madame Kalalú porque le encantaba bailar.

P. ¿De dónde nace esta historia  tan original?

R. Lo que dispara la acción de la novela es la necesidad que ella tiene de encontrar un hombre del que se ha enamorado profundamente y que decide que es el hombre de su vida, pero al que solo ha conocido durante cuatro minutos mientras bailaban merengue. Yo crecí en un barrio muy popular de Caracas donde la gente baila muy bien y los chicos también pelean muy bien. Adoro mi barrio y fui muy feliz en él pero no sabía ni pelear ni bailar por lo que trato que en mis libros los personajes sean excelentes bailarines. Me imagino que es una forma de compensar lo que la vida no me dio. Quería que fuese una novela que tuviese ese sentido lúdico de lo que es el baile y el movimiento, y de lo que es la alegría del encuentro con otra persona.

Mi novela anterior Los maletines es una novela muy dura, con algunos chispazos de humor pero es bastante áspera, oscura sobre la Caracas actual, y yo necesitaba una suerte de respiro. A mí siempre la novela picaresca me ha gustado mucho y me gustan esos personajes fuera de la ley y también los delincuentes de Patricia Highsmith, la película de Hitchcoch Atrapa a un ladrón con Cary Grant, y el ladrón de guante blanco de Mauricio Leblanc y pensé voy a escribir sobre un personaje de este tipo, alguien que esté dedicado de lleno al delito pero de una manera risueña, canalla.

P. Pero Emma es una mujer poco convencional, una ladrona de joyas y obras de arte…

R. Es una ladrona y lo vive con absoluta felicidad. Ella explica que la vida la había alejado de la belleza y ella se niega a eso y decide convertirse en ladrona de obras de arte y joyas. Se trata un poco la supervivencia del pícaro que no tiene tiempo para ponerse a pensar en consideraciones morales. Una de las cosas maravillosas de la literatura es que nos permite acercarnos a ciertos abismos que en la vida misma no nos interesa o no somos capaces de realizar.

P. Sin embargo es detenida por el único crimen que según ella no ha cometido…

R. Me gustaba además ese punto irónico de que alguien que ha cometido tantos delitos es detenida por el único que no ha perpetrado realmente. Además quería jugar un poco con el culebrón que es un discurso muy cercano a los venezolanos en el que solía ocurrir que la protagonista fuese acusada de un crimen que no cometió y en un momento dado de la telenovela acaba en un psiquiátrico…

Me gusta mucho el escritor Manuel Puig y él nos enseñó que esos personajes populares, manidos podían tener un aprovechamiento literario. Crecí en universo femenino en el que se veían muchas telenovelas y es la primera socialización que mucha gente tiene. Me producen una ternura infinita esas telenovelas en las que se espera ser salvado por alguien y al final aparece un millonario en su vida.

P. ¿Y el personaje de la monja en coma a la que le tiene que contar su vida?

R. Hay una novela de Philip Roth El lamento de Portnoy que es la larga confesión a un psicoanalista. Y pensé que en el caso de una venezolana no lo haría con psicoanalistas sino con una monja y la mala suerte es que está en coma. Quería hacerle un guiño a esa novela y crear un elemento de absurdo, ya que ella dice que nunca se ha sentido ni tan comprendida ni tan escuchada como con esa monja. Desde el punto de vista técnico me permitía que fuese la voz de ella la que estuviese resonando con sus palabras, con sus dudas.

P. ¿Cuál era tu intención con la novela: hacer una comedia, una novela negra…?

R. El Quijote es una novela que mezcla tipos de novelas distintas que había en la época y nosotros los escritores somos herederos de El Quijote. Nunca me planteo hacer un género determinado sino que van surgiendo guiños a diversos géneros. Desde el punto de vista vital y literario la mezcla para mí es importante, me gustan las mezclas. Nací, crecí en un mundo en Venezuela en el que la mezcla surge de manera natural gastronómica, culturales, raciales… Para el venezolano la idea de lo otro es una seducción: hay algo que no es lo mío a lo que quiero acercarme, mezclarme y eso ocurre en mis novelas en las que hay elementos de novela negra, romántica, de aventuras e incluso un sutil guiño a la novela pastoril. Yo experimento así la vida: puedo escuchar el reguetón más burdo e inmediatamente me apetece escuchar Paganini…

“Para el venezolano la idea de lo otro es una seducción: hay algo que no es lo mío a lo que quiero acercarme, mezclarme y eso ocurre en mis novelas en las que hay elementos de novela negra, romántica, de aventuras e incluso un sutil guiño a la novela pastoril”.

P. ¿Cómo te has documentado para poder escribir esta novela sobre robos de joyas u obras de arte?

R. Fue una parte interesante porque es un mundo que no conocía. Comencé a investigar sobre los robos de arte, los grupos que existían, los grandes robos, la vida de los ladrones. Leí materiales periodísticos sobre ladrones joyas, vídeos de entrevistas a ladrones, una amiga que sabe del mundo de las joyas me habló sobre el tema… Todo para poder ficcionalizar esta historia. Yo sé que no debe haber en el mundo una ladrona como la mía pero al ser una novela puede ofrecer ese pequeño desvió de la realidad. Quería crear un personaje singular pero coherente con esos mundos. Hay robos que han sucedido y otros me los he inventado. Ahora ya la verdad ya no sé cuáles son verdad y cuáles mentira.

P. Y el amor, ¿qué papel tiene en la novela?

R. Es fundamental porque es la energía que ella tiene para seguir adelante. Su madre y hermana como ella aclara han tenido muy mala suerte con hombres a los que han conocido muchos años y ella piensa que si se fracasa con alguien que has conocido durante tiempo, ¿cuál es el problema de intentarlo con alguien que has conocido cinco minutos? Ella tiene una visión del amor un poco irónica pero quiere vivirlo de una forma muy libre como lo hacen las mujeres de hoy en día que no son esas Penélopes que esperaban el regreso del guerrero. Son ellas las que están en la guerra y las que se lanzan a la conquista del mundo.

Hay un guiño a los cuentos de hadas porque él desaparece a la medianoche como Cenicienta y ella decide buscarlo. Emma no aspira a un amor doméstico sino de mucha intensidad, no se va a sentar a esperar.

elbailemadamekalalúP. ¿Qué crees que tiene de novela negra?

R. Quería que hubiese un crimen, una intriga, un suspense que seguro que tienen que ver con el cine. Pero como ya dije en otra ocasión la novela negra si viaja al Caribe baila de tristeza. Aunque tiene algo de novela negra, pretende bailar por encima de lo más terrible, del crimen que la tiene a ella ingresada en un hospital psiquiátrico.

P. ¿Cuáles son tus planes de futuro como escritor?

R. Cada oportunidad intento escribir el libro que me apetece y me pide el cuerpo. Es posible que siga apareciendo lo criminal en mis novelas porque la vida venezolana en este momento está rodeada de crímenes, dobleces, dobles verdades. Es difícil sin embargo predecir el futuro y han sido tantas las veces en las que he hablado de libros que iba a escribir y luego lo dejé a la mitad… La idea es seguir escribiendo porque es algo que me apasiona, me gusta demasiado, que me pide el cuerpo. La intención es que sean historias que me muevan emocionalmente y que puedan mover a los lectores. No me interesa una literatura sin emoción. Quiero que tenga altas intenciones estéticas pero que esté vinculada a los pequeños sentimientos de las personas.

 

 

 

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