Libros del Zorro Rojo publica ‘Pinocho antes de Pinocho’ de Alessandro Sanna

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Pinocho antes de Pinocho

«Érase una vez…
— ¡Un pedazo de madera! —diréis en seguida mis pequeños lectores.
No, os habéis equivocado. Érase una vez el universo».

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Todos, pequeños y grandes, conocen la historia de la marioneta de Collodi incluso sin haber leído jamás el libro. Esa es una de las ventajas, o desventajas, de los clásicos: se convierten en símbolos y quedan impresos en nuestro inconsciente, como algo aprendido en sueños.

Alessandro Sanna, el autor de este libro, recrea, con un mínimo de palabras y un máximo de expresión gráfica, la historia de Pinocho como una poética de la imagen que se remonta a los albores del tiempo. El libro de Sanna reproduce con bellísimas y conmovedoras acuarelas la odisea de Pinocho antes de convertirse en Pinocho. En las páginas a todo color que componen la obra, las innumerables imágenes, convertidas en poesía, están llenas de explosiones y emociones incontrolables, en escenas en las que el color se desvanece o se dispara, una y otra vez, para hablar de algo que no termina: el universo. Un relato en el que, con la misma técnica narrativa de su obra anterior —El río—, la historia de un pedazo de madera, una rama del Árbol de la Vida, propone una reflexión sobre el misterio de la existencia.

La rama, al igual que el inolvidable personaje de Collodi, decide seguir su propio camino, y así comienza la aventura, convertida en una fábula del bien y del mal; una historia de errores y enmiendas, en la que ceder a los caprichos o resistirlos tiene consecuencias. Recorrer las páginas de este libro es lo más parecido a ver una película muda de vibrantes escenas, que nos conmueven como si sonase dentro de nosotros una música polifónica e incluso épica.

Lectores de todas las edades pueden disfrutar de esta narración silenciosa en la que reconocemos episodios emblemáticos de este clásico de la literatura infantil: el encuentro con la zorra y el gato; los estornudos de Comefuegos; la protección del hada azul, y el momento terrible, y al mismo tiempo esclarecedor, en el que Pinocho es engullido por un enorme tiburón.

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