Por José R. Cortés Criado.
Rosa Huertas se inspiró en la foto que hizo del edificio nuevo construido sobre el solar donde estuvo la vivienda de Miguel de Cervantes en Madrid para inventar esta historia. En su fachada se podían ver carteles contra desahucios.
La escritora creó un personaje niño que habita con sus padres una vivienda en el inmueble y un vecino muy mayor sobre el que pende una orden de desahucio.
El niño conoce la figura de Miguel de Cervantes en el colegio y se sorprende del parecido que tiene con su vecino; cuando intima algo más con él, descubre que su padre fue practicante, que el brazo izquierdo lo tenía inutilizado y que había sido recaudador de impuestos y que le gustaba escribir.
Lucas no sale de su asombro, pero nadie le hace casó, ¿cómo va a vivir en el siglo XXI Miguel de Cervantes? Nadie le cree cuando dice que lo conoce y que es su vecino.
El anciano le cuenta cosas de sus libros, como la vida de una gitanilla en la capital, la del señor que se creía de vidrio, de dos perros que hablan de sus amos y de todo cuanto acontece, de dos niños pícaros que viven múltiples aventuras…, y por supuesto de Don Quijote de la Mancha y sus andanzas.
Mezclando retazos de la vida del escritor, de personajes de sus libros y de otros creados para este, surge esta historia del niño que descubre la literatura de mano del más grande de nuestros escritores.
En las conversaciones que mantienen se intercalan consejos como: “La apalabra es lo más poderoso que existe” o “Con la palabra puedes aprender, convencer, soñar, viajar a mundos lejanos, imaginar, crear nuevas ideas, relacionarte con ,os demás…”
Repentinamente el anciano desaparece y Lucas se queda triste, aunque recibe una carta que le da ánimos y le comunica que en breve aparecerá un libro donde el niño será su protagonista.
También escribe Miguel de Cervantes una carta al lector en la que da algunas claves de este libro y le dice que dentro de unos años lo espera ver leyendo sus obras, igual que le dijo a Lucas.
Bonita historia creada para acercar la figura de Miguel de Cervantes en el cuatrocientos aniversario de la muerte de tan insigne escritor.
El texto está acompañado de coloristas ilustraciones de Beatriz Castro que hacen más amena y agradable su lectura.
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