En los brazos de mi papá de Jo Witek. Ilustracciones de Christine Roussey y traducción de Pilar Roda Díez. Editorial Bruño, 2017. 25,00 x 26,00, 32 pp., 16,50€. A partir de 3 años.

Por José R. Cortés Criado/ @unabrazolector.

 

¿Dónde se diente un bebé más seguro si no es en los brazos de su padre? Quizás en los brazos de una madre.

Este álbum ilustrado refleja muy acertadamente la profunda relación de un padre y una hija.

Si una pequeña es abrazada por su padre se siente mejor que nunca, como en un nido suave y calentito, cree estar protegida en un grandioso castillo de todos los temores, vuela de un lugar a otro, flota en el agua y da vueltas entre risas.

Y es que unos brazos pueden ser una perfecta hamaca, un quitasol, un consuelo y además una boca que te quiere comer, un protector frente al malhumor y al miedo o una cama voladora.

Escrito por Jo Witek de forma sencilla y algo ingenua, el lector comprende todas las emociones y sensaciones que la protagonista siente cuando está brazos de su padre. También es palpable el amor filial.

Las ilustraciones son muy simples, los brazos se representan de forma esquemática con gruesos trazos de color sin apenas adornos. La niña es muy expresiva y se presenta con una vestimenta adecuada a la sensación que diente en cada página.

Todos los dibujos de Christine Roussey tienen un aire naif con un trazo seguro y preciso. En el dibujo lo sencillo y esquemático también es atractivo y explicativo. Texto y dibujo se armonizan para configurar cada página y ocupar armoniosamente el espacio en blanco.

Libro muy tierno que gustará a pequeños y mayores por igual.

 

 

 

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