W de Isaac Rosa. Editorial Edebé, Colección Periscopio, 2019, 130 x 205 mm,, 184 pp., 10,50 €, (+ 12 años).

Por José R. Cortés Criado.

“Porque si eres mentirosa, no te puedo creer. Así que si no has dicho la verdad, quiere decir que no eres mentirosa.” Isaac Roca: VV

El periodista Isaac Rosa ha escrito esta novela en colaboración con su hija Olivia de quince años. Tras publicar novelas para adultos, cuentos varios de temáticas distintas y guiones de novelas gráficas juveniles, decidió escribir un libro que le gustase leer a su hija.

Olivia pasó meses dialogando con su padre, sugiriéndole ideas; así padre e hija echaron muchas tardes hablando de la trama e intercambiando puntos de vista que han enriquecido esta historia.

El tema es el doble. En el imaginario popular está la idea de que todos tenemos un doble en este mundo aunque nunca lleguemos a conocerlo, también que reyes y dictadores tienen un doble para proteger sus vidas y que…, en fin, que todos somos un poco lo que mostramos a los demás y lo que ocultamos.

Pues de eso trata la novela. Valeria es una chica súper tímida que ha cambiado de barrio y de instituto. Se encuentra perdida entre la timidez, la falta de amigos y la tensión que se respira en casa. Su padre está en paro y se gana la vida actuando de payaso en fiestas infantiles. Valeria no puede con eso.

Un día, en la parada de autobús que hay frente a la suya, descubre a otra chica idéntica a ella. Por más que la observa no encuentra diferencia entre ella y la chica de enfrente. Así que piensa que ya encontró su doble.

La observa más días, la sigue y terminan conociéndose. Son iguales por fuera y distintas por dentro. Sus gustos musicales son diferentes, sus asignaturas preferidas no coinciden, sus familias son distintas y sus caracteres. Valeria es tímida, insegura; Valentina es lanzada y resolutiva cuando intentan burlarse de ella.

Ante el asombro de ambas, deciden demostrar que son idénticas, así que se intercambia institutos, cada una acude a la clase de otra para hacer el examen de la materia que le gusta, ambas salen ganado. También se intercambian la familia. Terminan encajando bien en las distintas viviendas.

Todo perfecto, aunque Valentina actúa por libre y pone en más de un apuro a Valeria ya que no le avisa de sus actos y, a veces, se sale del guion establecido.

Esos intercambios y esas actuaciones sin control ponen en un brete a Valeria, que parece la más débil, aunque ambas tienen algo que aprender de su doble. Hasta para ligar Valeria necesita del empuje de Valentina.

Si al lector llama la atención esa aparición de un doble en la persona de la jovencita, más extraño es que la novela tenga dos voces narrativas desde su inicio. Ambas se diferencian por el tipo de letra.

Hay una voz masculina que comienza el relato, la otra es la de Valeria. A veces dialogan entre ellos, otras se corrigen, otras se matizan y otras interpelan al lector. Al final de la novela se descubre quién es el otro interlocutor para sorpresa de los lectores.

La trama está bien estructurada, las peripecias sorprendentes y contadas con tal habilidad que la hacen verosímiles a ojos del lector a pesar de ser imposibles. Resulta difícil aceptar que unas hijas puedan intercambiarse familias y nadie lo note o acudir a otra clase en otro instituto sin que nadie lo descubra, ni siquiera el chico con el que intercambia sonrisas.

A mí me ha gustado, me ha entretenido y me ha hecho sonreír más de una vez, por las travesuras de jovencitas sin maldad alguna. He de destacar que además de las relaciones familiares, se reflejan las relaciones entre iguales, el acoso escolar, el fallecimiento de un ser querido, la depresión, el paro, los trabajos familiares, los amigos, el qué dirán los demás y otros asuntos tan presentes en el mundo de los jóvenes.

Buena historia, contada con habilidad por dos personas con experiencias diferentes y perspectivas muy alejadas.

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