Kolia, la nueva novela de Leandro Pérez, ya en librerías

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Imagina a Rafa Nadal, Iker Casillas o Luka Doncic con 14 años. Imagina que en 2017, año del ascenso a la ACB del San Pablo, hay un burgalés al que comienzan a comparar con leyendas del baloncesto como Sabonis, Shaquille O’Neal y los hermanos Gasol. Kolia, el nuevo libro de Leandro Pérez, ha llegado a las librerías, publicado por la editorial Planeta, el 7 de mayo.

Tras Las Cuatro Torres y La sirena de Gibraltar, Leandro Pérez se aleja del género negro, al menos temporalmente, para contar la historia de un adolescente que mide dos metros y sueña con la NBA. Kolia es una novela que puede atraer tanto a jóvenes como a amantes del deporte de cualquier edad.

Como los sueños, sueños son, a pesar de las pesadillas, si esta historia fuera una película tendría que comenzar el 28 de octubre de 2017, unos segundos antes de que un Madrid liderado por Luka Doncic juegue contra el San Pablo, cuando más de nueve mil gargantas cantan el himno a Burgos en el Coliseum.

Como esta historia es una novela, empieza el 27 de mayo de 2017 en Lleida, cuando Kolia tiene que encestar tres tiros libres para ganar con el Tizona burgalés el campeonato de España cadete.

Pero la vida de Kolia no gira solo alrededor del balón. Su mayor temor es tener que alejarse de su ciudad, de sus amigos y, sobre todo, de Vega, la hermana de uno de sus compañeros de equipo, además de la dueña de la sonrisa más encantadora del universo. «Me flipa, cuando la veo me convierto en el picaflor más torpe y atontado de este planeta, pero sé que la conquistaré tarde o temprano», asegura.

El narrador de la novela es el propio Kolia. Veamos un ejemplo de cómo escribe: «Jugar al baloncesto es fácil. Corres, amagas, lanzas, pasas, reboteas, defiendes, atacas. Sigues las órdenes del entrenador. Practicas lo que has entrenado una y otra vez. También improvisas, no dejas de improvisar, de moverte en función de tus compañeros y tus rivales. Y ganas. O pierdes. Y luego el partido termina y sabes si has jugado bien o mal, en qué faceta del juego has rendido como sabes y dónde has fallado. Y todo se puede medir: los tiros, las capturas, las asistencias, los balones perdidos, los tapones, los robos, todo eso y mucho más. Pero no hay estadísticas para medir el amor».

Kolia incluye conversaciones que mantiene con sus amigos mediante Instagram y WhatsApp, menciona programas como Generación NBA o Colgados del aro, medios como Gigantes o Nbamaniacs, el podcast El reverso y el grupo musical La M.O.D.A., y se define así: «Soy español, con raíces rusas, croatas y cubanas. Y mulato, a mucha honra. Aunque si te da por llamarme negro para insultarme, no vas a ofenderme: me gusta el color de mi piel, una mezcla del negro caribeño de mi madre y el blanco balcánico de mi padre».

Gracias a sus padres, una jugadora de voleibol campeona olímpica y un entrenador que disputó con Petrovic la final contra el Dream Team, Kolia tiene todo para triunfar. Pero, cuando Madrid, Barcelona y los Estados Unidos aparecen en su horizonte, algo inesperado le hará replantearse su destino y ver la vida con una mirada nueva.

En la nota final de la novela, el autor cuenta que cuando era adolescente jugó al baloncesto y que el germen de la novela historia surgió caminando con su hijo mayor por el parque de Fuentes Blancas: «Hace tres años se lesionó jugando al baloncesto; mientras se recuperaba, salíamos a andar. En una de esas caminatas nació Kolia».

También aclara que en el Burgos real no existen Itu, Javi Ribera o Ernesto Pérez Toriz, entre otros personajes que aparecen en las páginas de Kolia, «aunque el entrenador del San Pablo se llame Epi, el capitán Javi Vega y el exseleccionador femenino Evaristo Pérez Torices». Además explica que es un homenaje que chavales que juegan con Kolia se llamen igual que leyendas del baloncesto de Burgos como, por ejemplo, Ramón, Salva o Albano, y que haya mezclado nombres, apellidos y apodos de jugadores legendarios para bautizar a personajes como Chichi Solozábal, José Manuel Garbajosa, Jordi Jofresa, Chechu Martín, Emiliano Rullán o Juan Antonio Herreros.

Leandro Pérez reproduce desde un tuit real que Sergio Llull colgó cuando se lesionó en el verano de 2017 («Volveré! Gracias a todos por los mensajes!».), hasta este otro tuit, ficticio, del periodista Ramón Trecet: «Recordad este nombre: Kolia. Ya está cerca de las estrellas».

Una novela con sueños, pesadillas, reconquistas… y baloncesto.

Leandro Pérez, padre de dos hijos, escritor y periodista burgalés, ha publicado Las Cuatro Torres (2014) y La sirena de Gibraltar (2017), novelas protagonizadas por Juan Torca y también publicadas por Planeta. Dirige la web literaria Zenda y es socio de Trestristestigres. Ama el basket, como diría Kolia, el protagonista de su tercera novela, más que casi nada en este mundo: «De los catorce a los diecisiete años jugué al baloncesto en Burgos, en el Gromber y el Diego Porcelos. Bueno, no aspiraba a jugar en la NBA, ni mido dos metros, aunque nunca olvidaré esos años».

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