Chiki Fabregat autora de ‘Cuando la luna llora’: “No todo el mundo es valiente y no pasa nada por no serlo“.
Por Carmen F. Etreros.
Esta semana hemos tenido la suerte de entrevistar a la escritora Chiki Fabregat por su novela juvenil Cuando la luna llora publicada por Edebé. Una escritora diferente, divertida y muy comprometida con la literatura para niños y jóvenes. Dirige el departamento de LIJ de la Escuela de Escritores y compagina esta actividad con la escritura, la animación a la lectura con niños y adolescentes, la formación de profesorado, la lectura en los trayectos del metro, los partidos de fútbol de los domingos y las comidas en familia. Es autora de la saga Zoila, que ha enganchado a numerosos adolescentes y algún que otro adulto.
P. ¿De dónde surge la historia de Cuando la luna llora?
R. Existe un pueblo en León que es el de la familia de mi marido que se ha ido vaciando poco a poco y además en ese pueblo hubo un proyecto para hacer un pantano pero al final no se hizo. La despoblación no es tan extrema como en la novela porque en el pueblo de mi marido queda gente. El pueblo y el pantano me llamaban mucho la atención como escenarios, las leyendas… Cuando estaba dándole vueltas a todo esto hace dos o tres años una luna de esas grande y roja se me mezcló con la historia en la cabeza. Y aunque me gusta escribir novelas realistas antes de la tercera página ya me había ido a la fantasía… Creo que he logrado el punto medio: una novela realista con algo de fantasía.
P. La protagonista Cora tiene que cambiar las calles de Madrid por las de un pueblo perdido al que se mudan sus padres, Covanegra. ¿Cuáles son los sentimientos de Cora? ¿Qué encuentra en ese pueblo?
R. Me he dado cuenta de que los que vivimos en la ciudad, los que somos totalmente urbanitas no nos damos cuenta de que hay otro mundo aparte de ese. Se puede vivir sin wifi perfectamente, sin teléfono y sin un montón de cosas. Por eso la hice superurbanita, Madrid, Rastro… y de repente la saqué de allí y se va a un pueblo en el que no hay nadie más que los que están rehabilitando las casas.
Me apetecía mucho ese modelo diferente de familia porque últimamente veo en la calle y leo libros con familias en las que el hijo es el centro absoluto y todo gira alrededor de él. En esta novela el padre y la madre se quieren con locura y Cora no es el centro de la familia y se tiene que adaptar. Una familia diferente y un poco loca. También quería que la abuela también tuviese un papel importante en esta familia.
P. Cora es además una adolescente muy valiente…
La literatura no inventa nada. Puede hacerlo en las formas pero las historias que contamos son siempre las mismas. La historia de Cora cambia en el concepto de la valentía. No me gusta el concepto de que todo el mundo nos intente convencer de que tener que ser valientes. Un niño enferma y le decimos que tiene que ser valiente… Pero no todo el mundo es valiente y no pasa nada por no serlo. Cora es un personaje más valiente que su amigo y con eso cambiaba un poco los roles en la novela. Pero no como una heroína sino con las limitaciones de los adolescentes, sus caprichos y es bastante egoísta y se enfada con sus amigos, con sus padres…
P. La magia y las leyendas del pueblo tienen un gran papel en la novela, ¿qué te inspiró estas historias?
Sí y no. Toda la parte de las leyendas mitológicas se basa en algunas existen como la de Selene y Endimion. Pero yo luego la he ido adaptando y la he retorcido para mis fines. La he ido convirtiendo en la leyenda que a mí me apetecía que fuera. Yo escribo siempre muy muy sencillo, muy llano, clarito y me apetecía probar a hacer algo más lírico, poético que ha sido la parte de las leyendas.
P. Y esa mujer tan extraña…
R. Esa mujer la tengo en la cabeza porque la primera vez que fui al pueblo de mi marido me encontré en una esquina con una mujer rara, superdespeinada… Y pensé que era como la bruja, un personajazo. Para darle más tensión añadí la historia paralela del muerto en el río y los robos y demás y acabó siendo una mezcla entre una historia de misterio, romántica, con las leyendas…
P. ¿Cuáles son las novelas juveniles que más te gustan? Encuentro un poco de inspiración en las de Maite Carranza…
He leído a Maite Carranza pero creo que hay una mezcla de libros que he leído. Por supuesto mi infancia son los libros de Enyd Bliton, Agatha Christie y mi paso a la literatura adulta que fue Delibes. Mi padre tenía una biblioteca enorme y me leí todo Delibes de principio a fin. Luego he probado ahora a volver a leer y algunos libros que no me gustaron entonces me han encantado y al contrario. Todo lo que he leído está dentro de mi novela.
P. ¿Cómo puede enganchar tu novela a los jóvenes lectores?
R. Les va a interesar por el misterio ya que en primer capítulo aparece un muerto… Y por otro lado el juego entre leyenda y realidad engancha bastante. Son leyendas románticas, muy dulces, que seguro les encantan. Una historia para adolescentes que no tenga amor no tiene sentido porque es el motor del mundo, sobretodo del suyo.
P. Tus novelas están destinadas al público juvenil, ¿por qué escribes para jóvenes? ¿No has pensado en escribir para adultos?
R. Yo siempre he escrito las mismas historias desde que era pequeña. Lo que pasa que ahora ya tengo más claro lo que quiero contar. Durante mucho tiempo he intentado escribir para adultos por esa idea mal entendida de vamos a hacer literatura seria y después de estudiar con los mejores, llegué a la conclusión de que hay gente que hace literatura para adultos muy buena y gente que hace literatura para niños y jóvenes también muy buena. Yo tengo mi sitio y me aburre escribir literatura para adultos aunque me encanta leerla. No sé si en algún momento escribiré para adultos pero de momento no me llama la atención.
P. ¿Cuáles son tus planes de futuro como escritora?
R. En noviembre sale mi primera novela infantil y ha sido toda una experiencia. Si el adolescente me provoca respeto, el niño mucho más… Me he atrevido además con la novela más loca que voy a escribir en mi vida. He puesto todo en una coctelera, he agitado y a ver qué sale. Es la historia de un niño de cristal y se titula Trece días para arreglar a papá. Y ahora estoy escribiendo cuentos muy infantiles, tipo álbum y me lo estoy pasando genial. Un reto de escribir en muy poco sin perder ni un ápice de poesía ni profundidad y me parece maravilloso.
Me ha encantado la entrevista y si no me hubiera leído ya la novela, que me ha encantado, iría a comprarla ahora mismo 🙂
A mi me pasa lo mismo
En mi colegio nos lo mandaron comprar y estamos todos encantados
de donde salio la idea para el título?