Mala magia de Pseudonymous Bosch. Editorial Anaya, Colección Narrativa juvenil, 2018. 140 x 200 mm, 336 pp., 16 €, (+ 12 años).

Por José R. Cortés Criado.

 

“La magia es lo que queda cuando dejas de fingir que comprendes.”

Se trata de un libro sobre magia aunque no lo parezca, porque el protagonista, nacido para la magia, enseñado por su hermano mayor, deja de creer en la magia y anota en su diario personal una frase que le acarreará bastantes problemas. ¡La magia apesta!

Lo que no podía sospechar es que ese texto apareció en la pared del colegio y provocó una cascada de acciones que terminaron con la expulsión del centro. Hecho que podría ser anulado si asiste a un curso de verano para alumnos díscolos.

Ante la sanción, él acepta acudir a un centro muy especial si así puede volver el curso siguiente a su centro. Sus padres, bastante atípicos, que nunca habían castigado a su hijo deciden que él decida acatar la propuesta del centro o abandonar los estudios. Él accede.

Es transportado hasta una isla volcánica donde deberá convivir con chavales de su edad con ciertos antecedentes, que si pirómano, que si carterista, que sí…, en fin entró a formar parte de los gusanos, es decir, de los novatos.

La llegada a la isla fue espectacular. Viajó en un hidroavión más viejo que el tiempo, con un piloto que viaja acompañado de su perro, que lo soltó en la orilla, le arrojó su mochila, le dijo que tuviese cuidado con algo que no entendió y volvió a volar.

Menos mal que apareció una llama, le dio las hojas de zanahorias que le dijeron debía llevar consigo y ella lo condujo hasta el campamento. Un lugar extraño, con personas más raras aún, normas muy arbitrarias y algunas pinceladas de misterio.

En teoría esa isla la compró un millonario donde se retiró con su sobrina. La construcción más impresionante es una biblioteca que al parecer fue devorada por la lava con la chica dentro. A los restos de ella nadie podía acercarse, primero porque sería expulsado, segundo porque un enjambre de abejas le atacaría.

Mil aventuras, diez mil sospechas, muchos temores, conversaciones a medias, palabras extrañas, sorpresas insospechadas, visiones, temores, sobresaltos, comida de un jabalí asado en la lava, recolección de plantas comestibles y amigos pocos de fiar tienen a Clay, el protagonista, ocupado en su estancia.

Clay logra entrar en la biblioteca en la que se supone que viven el espíritu de la joven sobrina de su propietario, conoce al guardián de la misma. Este se la enseña, su admiración por los libros es mayúscula, eso sí que es mágico.

Vive atormentado por la presencia de esa joven, que para él era real, sorprendido por las confesiones de los otros gusanos, que le dicen que todo es una representación teatral de La tempestad de William Shakespeare o que puede que sea un programa de supervivencia donde ellos serían las piezas a cazar y cuando parece que van a destruir por medio del fuego la biblioteca y a su joven inquilina todo se descubre.

Es la magia, algo en lo que tuvo que ver su hermano, del que no sabe nada desde hace mucho tiempo, su profesor del Taller de Lengua que lo había expulsado y los otros compañeros/actores del campamento.

Y es que detrás de las nubes de humo que envuelven la isla nada es lo que parece y el lector avanza entre sobresaltos intentando deducir qué sucede y cuál será el desenlace.

La narración es ágil, los diálogos están cargados de magia y el narrador a veces se dirige al lector para matizar alguna propuesta, aclarar una cita, el significado de una palabra o el personaje shakesperiano citado, el protagonista de una serie televisiva o una cita de Sherlock Holmes.

Estos guiños al lector hacen que se sienta llamado a participar en la trama aunque solo sea para recibir aclaraciones no pedidas o para reflexionar sobre los razonamientos del protagonistas. La magia ocupa todo el espacio. Entre magia y literatura transcurre la trama.

La trama de este libro es algo más que magia, trucos y simples engaños; y desde el inicio atrapa a los lectores entre el misterio y el terror. Como subtítulo lleva “libros peligrosos” y es el primer volumen de una colección con este título.

Su autor usa como seudónimo el nombre de Pseudonymous Bosch y ha escrito libros de la serie juvenil The Secret Series.

 

 

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