Tom Gates

 

Tom Gates: Mega aventura (¡genial, claro!). Texto e ilustraciones de Liz Pichon. Traducción Daniel Cortés Coronas. Editorial Bruño, Serie Tom Gates, 2018. 150 x 192 mm, 240 pp.,15 €, (+ 10 años) .

Por José R. Cortés Criado.

 

Liz Pichon vuelve con otro libro de su personaje Tom, un chico al que se le toma cariño a pesar de ser algo trasto. Como los anteriores volúmenes de esta serie, el libro más parece un diario escrito manualmente por un adolescente con pocas ganas de escribir y muchas de dibujar, como demuestra el sobreabundante uso de líneas cinéticas, exclamaciones, dibujos y diferentes tamaños de las letras.

Como siempre, a Tom le sobrevienen muchos problemas en clase, unos por sus amigos, sobre todo por Marcus, que siempre destaca los fallos de Tom y procura quedar por encima de él; menos mal que Derek, su mejor amigo y Amy, su compañera de pupitre, siempre le echan una mano.

Esta vez comienza con un cumpleaños, al parecer todos han recibido la invitación salvo Tom, eso le acarrea más problemas de lo que se piense, incluso es el tema del haiku que ha de crear en clase, menos mal que todo fue un despiste, pero os aseguro que el chico lo pasó mal.

Si aquello fue poco, a él no le tocó en el cumpleaños un bolígrafo de espía, de esos que escriben pero no se ve a simple vista lo escrito, pero ahí estaba Derek que le dio uno viejo. Tom se puso muy contento hasta que fue a entregar la redacción al profesor y descubrió que la había escrito con el boli invisible y como habían pasado muchas horas desde que lo hizo, se borró por completo.

Así, peripecia tras peripecia, va desarrollándose la semana, su gran ilusión es acudir una tarde a la discoteca tropical escolar, ya que le fue imposible participar en la elaboración de  los carteles de la fiesta, pero le coincide el día con una invitación de los abuelos maternos, llamados los arruguitas, para visitar un castillo y al final…

También acude a otra actividad con los abuelos paternos, conocidos como los fósiles; para Tom fue un secreto hasta que llegó a la residencia de ancianos donde viven sus abuelos, se le vino el mundo a los pies, pensó que iba a ser un rollo pero resultó más divertida de lo previsto, a ella acudió con su mejor amigo.

Además de las dos actividades con los abuelos, que tuvieron sus más y sus menos, también sabemos de sus relaciones familiares, especialmente con su hermana; aunque las ocurrencias de su padre también son graciosas.

Al final del libro los lectores se encontrarán el cartel de la discoteca, los carteles alusivos al día que a Tom le cortaron por fin el pelo, el que hace referencia al día que cogió un armadillo en clase, otro cuando su hermana descubrió lo que había escrito sobre ella con la tinta invisible y en un mapa conceptual aclara algunas palabras utilizadas a lo largo del relato como sobar, aguachirle, mocho, Lorenzo o pinreles.

Es un libro fácil de leer, los dibujos animan el texto y las múltiples, rayas, flechas, estrellas, cartelitos y onomatopeyas te alegran la lectura. Además de las imágenes de los personajes del cuento que se intercalan con sus palabras. Estos dibujos, todos ellos en blanco y negro ofrecen la posibilidad de ser coloreados por los lectores. Este tipo de libro suele gustar a los jovencitos.

 

 

 

 

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