Mulán

Por Elena Fernández Rodríguez.

 

Tras las premieres de Los Ángeles y Londres del 9 y el 12 de marzo, respectivamente, la expectación por la versión live-action de ‘Mulán’ estaba por las nubes. Después de no poder estrenarla en los cines y de los numerosos retrasos que sufrieron a causa de la pandemia, la plataforma de streaming Disney + incluyó la película en su catálogo desde el pasado 4 de septiembre para todos los usuarios que paguen 21,90 euros. Hasta el 4 de diciembre de 2020 no estará disponible para aquellos que hayan preferido esperar.

Aunque muchas personas no han podido resistirse y han pagado el precio adicional para poder verla con antelación, esta decisión ha sido muy criticada por los espectadores. Sumar el importe de esta película a la cuota mensual que ya deben pagar todos aquellos que quieran disfrutar del catálogo de Disney + ha sido calificado de injusto y oportunista. Si bien es cierto que dividiendo el coste entre todos los usuarios que pueden disfrutar de una cuenta valdría lo mismo o menos que una entrada de cine, el público no puede acceder a unas condiciones que igualen esa experiencia. Lo que prometía ser un estreno por todo lo alto antes del confinamiento se ha convertido en un acontecimiento rodeado de polémica y que no ha recaudado todo lo que se esperaba.

Si nos remontamos a unos meses atrás nos daremos cuenta de que la esperada live-action de ‘Mulán’ creó revuelo incluso antes de ser estrenada, puesto que los cambios que realizó Disney sobre la historia de la primera película provocaron que todos sus seguidores pusieran el grito en el cielo. Li Shang y Mushu brillan por su ausencia, Shan Yu y los hunos no son los villanos y en esta ocasión la protagonista deberá enfrentarse, entre otras cosas, a una bruja. Por si fuera poco, tan solo encontramos algunos retazos de las conocidas canciones de la versión original. Si ya nos encontrábamos con una situación poco favorecedora, sumarle el malestar del público ante la nueva estrategia de la plataforma de streaming para estrenar sus nuevas creaciones tan solo ha hecho empeorar las cosas.

Se trata de una historia con un ritmo lento cuya protagonista es capaz de luchar contra guerreros más experimentados que ella tan solo por tener un don especial y que nos presenta una villana con la que, a pesar de tener potencial, es difícil empatizar. Si intentamos verla como una adaptación más de las películas de animación lo más seguro es que terminemos espantados. Al contrario que en otras apuestas similares como ‘El Rey León’, en esta ocasión nos encontramos con una trama con más diferencias que similitudes y que nos presenta algo completamente diferente a lo que pretende vendernos Disney.

 

 

 

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