Crítica de ‘Space Jam: Nuevas Leyendas’: Los Looney Tunes vuelven a medio gas
Space Jam: Nuevas Leyendas
Hace 25 años, los Looney Tunes revolucionaron su particular historia al reunirse con nada menos que Michael Jordan. Space Jam aunó el humor de los clásicos dibujos con una divertida historia deportiva sobre el mejor jugador de baloncesto de todos los tiempos. Ahora, en la NBA hay un jugador que para muchos ha conseguido alcanzar su nivel, LeBron James, el inigualable alero de los Ángeles Lakers. Y cómo no, si Jordan tuvo la oportunidad de sumar a su palmarés el haber compartido equipo con Bugs Bunny y compañía, King James no iba a ser menos. Por ello, Warner Bros. ha producido una suerte de secuela/reboot de la exitosa cinta, Space Jam: Nuevas Leyendas, que se estrenará en España el próximo 23 de julio. En Top Cultural hemos podido verla y esto es lo que nos ha parecido.
Antes de comenzar la crítica, cabe señalar que en Estados Unidos, donde ya se ha estrenado, los profesionales del sector han vapuleado la apuesta de Warner y LeBron. La gran mayoría de medios han sido muy duros con ella, pero no ha ocurrido lo mismo entre el público familiar, donde sí ha convencido. Y eso es lo primero que se debe tener en cuenta: Space Jam: Nuevas Leyendas es una película destinada al público infantil. Como tal la ha tratado el estudio y como tal debe ser analizada. Y en la humilde opinión de este redactor, esas críticas negativas no están justificadas porque han olvidado dónde debe colocarse el foco.
La película adolece de numerosos problemas, no cabe duda. Uno de los más evidentes es la falta de protagonismo de los Looney Tunes. A excepción del siempre carismático Bugs Bunny, el resto de personajes están muy desaprovechados y se limitan a un par de gags cómicos cada uno. Una lástima y una decisión cuestionable, pues en la cinta original eran el pilar fundamental que hizo que funcionara tan bien y se convirtiera en un clásico del cine infantil. El otro gran punto en el que flojea Space Jam: Nuevas Leyendas es en su duración. Son 2 horas, el estándar en una película actual. Pero son excesivas, más si cabe en una cinta que pretende dirigirse a los más pequeños, haciendo que a ratos se haga muy cuesta arriba.
Sin embargo, si los niños y niñas que vean la cinta consiguen mantenerse conectados a ella, a buen seguro se divertirán. Y es que, pese a esa falta de protagonismo de los Looneys, el humor de la cinta funciona siempre. Emplea un lenguaje muy adaptado a las nuevas generaciones puesto que se centra en el mundo de internet y los videojuegos. Y, en esencia, la historia es muy similar a la de la primera, añadiendo el componente de drama paternofilial. Una combinación de elementos tan fiables es jugar sobre seguro, sí, pero es un acierto que hace que Space Jam: Nuevas Leyendas no sea un experimento fallido. Además, todo está lleno de colores, luces y efectos especiales, haciéndola muy atractiva a nivel visual. Incluso el peor momento, en el que los Looney Tunes se transforman en animación «realista» 3D (que ya se dejó ver en el tráiler), queda bien encajado en el tono general del filme.
Para los padres que acompañen a sus hijos, así como para los nostálgicos que crecieron con la cinta de Jordan, también hay recompensa: el Warnerverso. Space Jam: Nuevas Leyendas visita numerosos enclaves cinematográficos pertenecientes a la compañía y de sobra conocidos por propios y extraños: los mundos de Harry Potter, de Juego de Tronos, de los superhéroes de DC, de Matrix, de Casablanca… Incluso muchos de los personajes más icónicos del estudio aparecen entre el público del partido de baloncesto. Esto fue muy criticado, exponiendo que los guiños y cameos devoraban la película. Nada más lejos de la realidad, son un ingrediente extra que la hacen más llamativa y que dejan los momentos más entretenidos con diferencia.
Sobre la polémica por el doblaje de Lola Índigo, simplemente hay que comentar que se evidencia que no es una actriz de doblaje profesional, pero le echa ganas y no tiene demasiado texto, por lo que no emborrona en ningún momento la experiencia. Además, de nuevo, el público que busca Warner con Space Jam: Nuevas Leyendas está en los niños, a los que esto ni les va ni les viene y no lo apreciarán. Por otro lado, LeBron consigue dar la talla pese a ser un deportista haciendo de actor. No es la interpretación del año y no llega al nivel de Jordan en la original, pero su trabajo es más que convincente. Una grata sorpresa.
En definitiva, Space Jam: Nuevas Leyendas actualiza la fórmula que funcionó hace 25 años y deja claro que tiene ideas muy buenas. El problema es que no todas funcionan, haciendo de la película un producto más mediocre y pesado. Pero para aquellos que no vayan con demasiadas exigencias, el filme puede resultar un entretenimiento de lo más interesante gracias a un humor muy bien traído y una retahíla de constantes guiños a otras películas que acaban siendo el corazón de la cinta.
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