Un bosque en el aire de Beatriz Osés. Ilustraciones de Luna Pan. Editorial SM, 2021. 152 pp., 12,50 € (+ 8 años).
Por José R. Cortés Criado.
Sin duda, un libro muy divertido. Nadie puede imaginar dónde nos lleva Beatriz Osés viendo la portada del libro, y no es para menos. Imaginé que sería una historia de niños en un bosque normal y corriente, pero no es así.
Los dos primeros personajes que aparecen son un padre y un hijo supermodernos. El joven, un adolescente que de vez en cuando intercala alguna expresión en inglés, para que veamos el nivel de su super colegio; por otro, el padre, señor maduro, separado, empresario de la construcción venido a menos y con muchas horas de golf y gimnasio en su cuerpo.
Cuando peor está la situación económica de este, recibe una oferta de su padre, también empresario, pero que dio un giro a sus negocios y apostó por las energías renovables. Le ofrece la herencia en vida a cambio de un trabajito. Se trata de crear un bosque.
Lo que parece una locura, lo es y resulta una locura adictiva, puesto que todos los demás personajes apoyan la idea y desean fervientemente que aquel secarral pase a ser un bonito bosque. Al afán por preservar el medio ambiente se unen niños, viejos y jóvenes.
Los vecinos del lugar son muy especiales. Todos tienen su historia particular, empezando pro el abuelo y terminando por la japonesa despistada que creyendo legar a Barcelona acabó en Solana del Infante, llamada Katsumi, que entre otras cosas compone haikus.
Hay dos hermanas ancianas, campeonas de halterofilia, que cuando jóvenes conocieron a dos mozos que luego desaparecieron de su vida; un señor muy cegarato, por haber aceptado ser probador de vídeo juegos; un señor soltero que tiene hijos gracias a un árbol, su historia es muy curiosa; una niña que sabe más de lo que parece, un notario-médico-mecánico, un tabernero… En fin, un grupo único, al que habría que añadir una singular bruja.
Al chico de ciudad se le cae el mundo encima, junto a su reloj ultramoderno y su asesora virtual y su navegador última generación; al padre se le abre una nueva oportunidad, aunque no cree que sobrevivirá ante tanto personaje estrambótico y tantos árboles que plantar.
Dentro de esta historia hay otras muchas, que nadie puede sospechar que hayan ocurrido en aquel paraje. Cada uno de los vecinos tiene su vida y su pasado. Ningún lector se sentirá ajeno a lo que le cuentan y sentirá que forma parte de ese grupo tan heterogéneo y tan interesante. Es un guiño a la oralidad que envuelve a ser humano desde la noche de los tiempos.
Es una divertidísima historia llena de recovecos que hará pasar un buen rato a los lectores. Está ilustrada por Luna Pan, que con dibujos sencillos a todo color que nos muestran a tan singulares protagonistas y sus reacciones.
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