Una balada del mar del norte
Una balada del mar del norte

Una balada del mar del norte de Raimon Portell. Editorial Edebé, 2022. 205 x 130 mm., 224 pp., 10, 95 €, (+ 12 años).

 

“Yo he defendido que, antes de pensar en el futuro, hay que cerrar bien el pasado. Primero hay que reconocer los errores para que te puedan perdonar.” Raimon Portell: Una balada del mar del norte

Acabo de leer esta impactante novela y sigo rumiando la historia contada. He de reconocer que, de entrada, las tres o cuatro primeras páginas me mantuvieron expectante. Muchos claroscuros, una inseguridad en el protagonista, un desorden en el orden de las cosas y ausencia de urdimbres para armarla, pero no había leído más de seis páginas cuando ya no pude dejar de leer.

Es un riesgo medido el de Raimon Portell, que nos introduce en la trama de forma abrupta y nos tiene en suspense hasta leer la última página, entonces, armamos las piezas y comenzamos a hacer nuestro el relato

La trama cuenta los problemas de un joven que no sabe quién es, ni cómo se llama, ni a que se dedica…y lo conocemos cuando baja de un tren al llegar a un lugar donde huele el mar. Salvar de morir ahogado a un niño le hace ser bien recibido y hasta le dan un nombre, Stil. Él entiende lo que escucha, pero no sabe si esa es su lengua.

A mitad del relato conocemos a otras chicas y un joven violinista y sabemos de unos hechos del pasado. Estos chicos, al igual que el protagonista, tiene un pasado oscuro, una guerra de fondo, una persecución por sus orígenes, unos perseguidores amigos de imponer su voluntad a la fuerza y un rechazo por algunos sectores sociales.

Stil observa el mar del Norte y no sabe quién es ni qué hace ahí. Tiene recuerdos fragmentados de su pasado. Rut, que compartió campo de prisioneros con él, busca aquel marinero cojo que le salvó la vida. Viven tras una guerra, han sufrido sus consecuencias, como todas las personas sencillas que son las que más las padecen, y vagan en busca de su identidad y de su salvador con un hilo común, la música, el mar y el recuerdo de los que ya no están.

El autor usa un vocabulario sucinto, escribe capítulos cortos y nos deja tantos silencios y tan importantes, que son una parte muy interesante del relato. El tema es eterno: la guerra, ese horror que el ser humano repite cíclicamente sin aprender de su error.

Seguro que gusta a cualquier lector que abra sus páginas. Se puede

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