Carles Cañizares, protagonista de ‘Charly. El precio de un error’: «El obstáculo que peor he llevado ha sido el amor»
Aunque nos cruzamos todos los días con personas con diversidad funcional, no solemos pensar en cómo serán sus vidas, qué sueños tendrán, qué anhelos para el futuro. Convivimos con muchas personas con muy diversas habilidades, pero no las percibimos como nos percibimos a nosotros mismos. La vida de Carles Cañizares, escrita por Javier Iglesias en Charly. El precio de un error, viene a demostrarnos que compartimos sueños y esperanzas, temores, amores y desamores, que la vida de alguien que nació con una parálisis cerebral puede estar repleta de aventuras y desventuras sorprendentes.
P. Atendiendo al propio título del libro, y echando la vista atrás, hoy ya con él terminado en las manos, ¿cuál dirías que ha sido el precio de ese error, Charly?
R. Muy alto, pero a la vez he gozado de una forma de vivir algo peculiar, aunque muchos piensen que estoy loco, pero me da igual lo que opinen los demás, porque tampoco sé ni entiendo cómo se podría hacer de otra manera distinta. Las cosas siempre pasan por algo y la vida es un cúmulo de circunstancias que te llevan a vivir como lo haces. Es ahora, al hacerme mayor, cuando sí me paro a pensar un poco más las cosas porque, en estos años, mi trastorno cerebral no ha dejado de ganarme terreno y me imposibilita disfrutar de mucho de lo que antes hacía. También te diré que, si pudiera tirar hacia atrás y solucionar aquel error, sinceramente, no lo haría. Me arrepiento de muy poco, me encanta la vida que he llevado y estoy muy orgulloso de ella… A pesar de todo.
P. Javier Iglesias es quien ha escrito la historia de tu vida. Supongo que eso os convierte en amigos para siempre, ¿no es así?
R. A veces parecemos una pareja; hemos pasado tanto tiempo juntos que no podemos estar una semana sin vernos. Nos ponemos al día de todo, compartimos preocupaciones por nuestros hijos, planteamos ideas para sacar adelante el libro, arreglamos el país con dos cafés y aún nos queda tiempo para discutir… Como cualquier matrimonio.
P. ¿Cómo ha sido trabajar juntos Javier y tú?
R. Una experiencia única. Javi ha sabido meterse en mi mente de tal manera que me ha hecho exteriorizar cosas que ni yo sabía que tenía en mi interior. Trabajar codo con codo con el escritor ha sido duro de cojones, debido a su nivel de exigencia, pero él siempre creyó en mí y en el proyecto que le propuse en su día… Y el tiempo le ha dado la razón. Javi es una de las mejores personas que he conocido, y, si el tiempo me otorga la razón a mí, será un escritor que dará que hablar.
P. De todos los obstáculos que el mundo te ha puesto, ¿cuál dirías que ha sido el más duro de sortear?
R. Aunque sea lo más bonito del mundo, el obstáculo que peor he llevado en mi vida ha sido el amor, sobre todo durante la adolescencia. Es como si a las personas con habilidades especiales nos hubieran amputado los sentimientos y el apetito sexual al nacer o al padecer un trastorno. Reconozco que quizás no seamos demasiado apetecibles a los ojos de muchas personas, pero eso no implica que nosotros no tengamos ganas de enamorarnos y gozar del placer sexual. Pese a ello, algo en mi interior me decía que, con el paso de los años y la madurez de la gente en auge, mis posibilidades aumentarían y acabaría encontrando mi media naranja, y así ha sido.
P. ¿Cuál dirías que es el principal valor que puede aportar Charly. El precio de un error a quien lo lea?
R. Eso depende de la persona que se sumerja en mi mundo, pero mi intención es demostrar a la ciudadanía que las personas con habilidades especiales también podemos sumar en la sociedad que compartimos. Deseamos y podemos llevar una vida plena con la misma naturalidad con la que vosotros lo intentáis.
P. Entre las distintas utilidades extraliterarias que pueden dársele a Charly. El precio de un error, está la de utilizarlo para concienciar a los jóvenes en centros educativos, ¿cómo crees que podría aplicarse esta idea?
R. Quisiera conseguir que las nuevas generaciones pudieran darse cuenta de que las personas con habilidades especiales somos tan útiles como ellos. También me gustaría arengar a estos jóvenes, a los que les pesa el desánimo, diciéndoles que si yo, con el pack de dificultades que llevo a cuestas, he conseguido llegar hasta donde lo he hecho, ellos pueden y deben comerse el mundo a bocados y sin piedad. La vida es demasiado corta para ahogarse en un vaso de agua.
P. Has contado alguna vez que encontrar documentación para las fechas, lugares, fue una tarea bastante ardua, ¿cómo llevasteis a cabo ese proceso de documentación?
R. Afortunadamente, hoy por hoy la memoria aún no me falla, y como llevaba muchos años con esta idea del libro en mi cabeza, siempre fui recordando el pasado y poniendo fechas a todo el proceso de mi vida en una agenda, desde el año 1976 hasta el día de hoy. A mis recuerdos le pude sumar las cajas que heredé de mi madre con documentos oficiales, facturas médicas, informes clínicos, confesiones y vergüenzas familiares que mis progenitores fueron desvelándome durante sus existencias.
P. ¿Te gustaría que una gran editorial os publicase? ¿Qué crees que podría hacer que tomasen esa decisión?
R. Claro que nos gustaría que una gran editorial se fijase en nosotros, porque creemos que no es una historia de superación más, sino una novela apuntalada en la lucha de una familia y un chico con parálisis cerebral, al que quisieron convencer de que no tenía nada y que terminó por creérselo. El mantra de que era uno más en esta vida consiguió normalizar su día a día, haciéndole experimentar vivencias únicas. Yo no he hecho maratones, ni triatlones, ni he ganado medallas olímpicas, ni por asomo alcanzó a entender la teoría de cuerdas, simplemente me he dedicado a disfrutar de la vida tal como iba viniendo, justo hasta no hace mucho, cuando el cuerpo empezó a pedirme un paréntesis a gritos porque no puede seguir mi ritmo.
P. Habrá mucha gente de tu entorno que, leyendo el libro, descubrirá cosas sobre ti que desconocía, ¿qué crees que puede ser lo que más les sorprenda?
R. Afortunadamente, en esta vida he topado con grandes persones y amistades que han sido muy valiosas en mi vida y casi todos ellos conocen o recuerdan al Charly sonriente, el bromista y el que siempre se apuntaba a todo, pero muy poca gente sabía del Charly más sentimental. Desconocen al hombre herido, al chico que pasaba semanas encerrado en su cuarto porque estaba de bajón y no compartía sus penas por no molestar, el mismo que, hoy en día, se atiborra de pastillas para pasar el día con un poquito menos de dolor. Creo que esto es lo que más les ha sorprendido.
P. Charly. El precio de un error tiene hasta una lista de canciones en Spotify, ¿eres muy aficionado a la música? ¿Cuál es tu preferida?
R. Me gustan muchos estilos de canciones y con Javi he ampliado mi gusto musical. La música siempre ha estado ligada a las emociones del momento y hay tiempo para todo. Tiempo para la máquina y el house cuando recuerdo las noches de fiesta, tiempo para las canciones románticas cuando estoy tierno como un osito de gominola, tiempo para Florian Christi cuando estoy reflexivo o tiempo para escuchar a Estopa cuando estoy tomando unas cervezas, aunque para estos cualquier tiempo es bueno .