Reseña de ‘Odio, Plata y Potosí’ de José M. Diéguez Millán

Odio, plata y Potosí. Si te gusta leer una buena trama y, además, conocer hechos reales de la historia, este es tu libro.

Un apasionante novela histórica que trata acerca de uno de los episodios más peculiares que sucedieron en las colonias españolas en los albores del siglo XVII: la guerra entre vicuñas y vascongados. La trama se desarrolla en Potosí, mientras se extraen de las minas del Cerro Rico cantidades de plata jamás vistas por la humanidad hasta entonces. Los vascos poseen la mayoría de las minas y de los centros de tratamiento del mineral, despertando con ello el odio del resto de los colonos oriundos de otros puntos de la España de los reyes Felipe III y Felipe IV.

En Odio, plata y Potosí, de José M. Diéguez Millán, somos llevados a la Villa Imperial de Potosí en el siglo XVII, donde la codicia y la explotación de las minas de plata forman el trasfondo de esta historia literaria.

La narrativa se distingue por su estilo descriptivo y detallado, que sumerge al lector en la atmósfera de la época. Diéguez Millán utiliza un lenguaje rico y evocador para recrear tanto el entorno físico como las complejas interacciones sociales y políticas. En ocasiones, la narrativa se asemeja a la representación teatral, permitiendo al lector experimentar las emociones y tensiones entre los personajes.

La historia sigue a Antón, cuya evolución desde un buscador de riqueza hasta alguien atormentado por la explotación de los mitayos indígenas agrega profundidad a la narrativa. Los personajes secundarios, como Inés, don Luis y don Martín, también experimentan cambios y, a través de sus interacciones, se revelan sus perspectivas y conflictos personales.

La inclusión de personajes históricos, como el corregidor don Rafael Ortiz de Sotomayor y el alférez Alonso Díaz Ramírez de Guzmán, ofrece un contexto político y cultural esencial. Sus acciones y decisiones reflejan las tensiones inherentes a la sociedad colonial en Potosí.

La narración en tercera persona permite al autor explorar los pensamientos y emociones de varios personajes, enriqueciendo la trama. Los diálogos auténticos y el uso de un lenguaje histórico añaden autenticidad a la narrativa.