Elektra
Elektra

Es el cumpleaños de Elektra y es sabido que no será un día feliz. Elektra cumple 37 años y aún no visualiza su independencia, toda una tragedia. Nuestra anti-heroína, sumida en la precariedad, se ve obligada a convivir con su madre en un apartamento céntrico, donde vive el luto y se lamenta por la muerte de su padre mientras espera la llegada de Orestes, para vengarse.

En la cocina, mientras preparan un pastel, Elektra fracasa constantemente en el intento de asesinar a su madre, como lo impone el mito y fantasea hundida en la depresión con su propia muerte.

El paso del tiempo es una tragedia, enuncian las mujeres, sobre y fuera del escenario. El paso del tiempo, la muerte de la juventud, la visualización de una vejez pobre y solitaria, la renuncia a la maternidad y la pérdida de la fertilidad, son una constante en las discusiones de madre e hija, que se estructuran en un combate de 10 asaltos con su prólogo y apoteosis.

¿Por qué Elektra hoy?

En la tragedia de Eurípides, Elektra, encerrada en los muros del palacio de Micenas, espera la llegada de su hermano Orestes para vengar la muerte de su padre, Agamenón. Este último asesinado por su esposa y madre de Elektra, Clitemnestra y su amante Egisto.

Elektra ve a su padre como un héroe, y en la tragedia, Clitemnestra reina de Micenas, es vista como una mala madre, una villana sin corazón, adúltera y acusada de ambiciosa por gobernar las tierras de su reinado.

Ahora, ¿cuáles son las razones que llevan a Elektra a querer matar a su madre, para vengar la muerte de su padre, cuando Agamenón también ha sido infiel, ha sacrificado a su hija Ifigenia y ha sido el propulsor de la guerra de Troya?

La Cocina

La cocina es en este caso el espacio donde se desarrolla la tragedia, donde los personajes salen y entran desdoblándose en las propias actrices que cuestionan las palabras del autor. La cocina es también el instrumento para llevar adelante esta opereta, y una burla irónica al lugar al que se le ha adjudicado a la mujer a lo largo de la historia. Elektra y su madre, Clitemnestra, son absolutamente irreverentes.

Manifiestan explícitamente su incapacidad para la cocina y utilizan los utensilios para la venganza y para la musicalización de sus discursos. En la cocina, en un mano a mano junto a su madre Clitemnestra, ambas mujeres tienen la oportunidad de entrar en diálogo y reflexionar acerca de este destino impuesto y la fatalidad como consecuencia.

La opereta

 Es el mito el que nos llevará a la construcción de una experiencia poética. La Opereta tomada como punto de partida para esta obra, género que la acerca a una contemporaneidad, un género escénico que intercala partes con diálogos hablados, así como cantadas y con una fuerte presencia instrumental.

Esta idea pretende narrar una historia de carácter absurdo, con ritmo ágil que entremezcla diálogos, monólogos, canciones, y descripciones que dan a la pieza un recorrido inesperado.

Actrices y protagonistas de esta tragedia, se desdoblan continuamente entre el rol de actrices y personajes. Interpelan sus propias ideas, entran y salen de el campo de batalla, como en una pelea de boxeo de gestos, emociones y palabras. Cantan, interpelan, actúan y discuten.

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