‘Casting Lear’, una reflexión de Andrea Jiménez sobre la paternidad, el amor y el perdón en La Abadía
Andrea Jiménez llega al Teatro de La Abadía el 11 de abril con Casting Lear, una propuesta a partir de Rey Lear de Shakespeare, coproducida junto a Barco Pirata Producciones y Teatro de La Abadía. La creadora escénica investiga los cruces entre ficción y realidad tomando como punto de partida al personaje de Lear y la figura del padre. En el escenario le acompañará Juan Paños y un actor diferente cada tarde, entre los invitados estarán Ernesto Arias, Leo Bassi, Adolfo Fernández y Daniel Freire.
Después de los trabajos realizados con Teatro en Vilo, Andrea Jiménez arranca nueva etapa como creadora escénica elaborando un espacio de encuentro con toda una generación de actores, una propuesta lúdica, irreverente y reflexiva. A medio camino entre la performance, la autoficción y el ensayo. En esta ocasión, le acompaña Úrsula Martínez en labores de dirección y cuenta con Olga Iglesias para elaborar juntas la dramaturgia a partir de textos propios de Jiménez, cuyo punto de partida es Rey Lear de Shakespeare. Sobre el escenario estará acompañada del actor Juan Paños e invitará cada tarde a un actor diferente para que interprete a Lear: Ernesto Arias, Leo Bassi, Adolfo Fernández o Daniel Freire, entre otros.
El autor inglés por excelencia, la figura del padre y la relación que Andrea Jiménez tiene con su propia historia, como hija y como directora, son los pilares sobre los que se construye este proyecto. En esta nueva propuesta de la creadora escénica, no solo hace una revisión de la historia de Lear, sino que recorre un camino de ida y vuelta sobre el concepto de paternidad con la ayuda de una generación de actores que podrían, por edad, ser sus propios padres en la vida real.
En palabras de Andrea Jiménez, “Casting Lear es una manera de intentar llevar más lejos la forma de explorar los clásicos, pero también las historias personales y a la vez una reflexión para hablar de los padres, no solo los biológicos, también los artísticos, los metafóricos, incluido el propio Shakespeare. Es una obra para mirar el lugar del que venimos, pensar los orígenes y poder retarlos, pero también celebrarnos”.
Andrea Jiménez reúne a un número importante de actores de una generación, “con los que he tenido poca oportunidad para conversar”, comenta la directora, ya sea por la diferencia generacional o porque no pertenecen a equipos creativos comunes. Todos ellos con un recorrido artístico contundente que aceptan el reto de ser Lear por una noche. Y estas son las únicas premisas que conocen, el personaje y la directora. “Son actores, hombres, de cierta edad que están dispuestos a enfrentarse al vacío y a ser dirigidos en directo por una mujer más joven que ellos. Eso también tiene un valor. Estar dispuestos a mostrar esa fragilidad, esa vulnerabilidad”, afirma Jiménez. La directora, que también encarnará en cierta medida a Cordelia, porque no dejará de ser a la vez personaje y directora en escena, conoce los nombres de los actores que asistirán a encarnar a Lear, pero no sabe quién será el que le acompañe cada día hasta salir al escenario. Esto hace que el aquí y el ahora cobre un papel más importante de lo habitual en la representación. El público esté asistiendo a una dirección en directo y no tanto a una función cerrada. Si el teatro cada noche es irrepetible, en esta ocasión esa verdad se multiplica.