Entrevista a Elisabeth Karin, autora del cartel FESTILIJ3C 2024

«FESTILIJ3C es un espacio para, al igual que Dorothy en el campo de amapolas, despertar y soñar de verdad»
Elisabeth Karin Pavón Rymer-Rythén (Madrid, 1995) es diseñadora, ilustradora y muralista. Tras su paso por la Universidad de Arte de Gotemburgo, se especializó en creatividad e ilustración. Trabajan entre otros clientes, con la Universidad de Nueva York, la Fundación Nadine, el Madrid Street Art Project y Norma Editorial. En 2022 publicó su primera novela gráfica, Comiendo con miedo (Astronave), que recientemente ha adaptado para los más pequeños.
P. Aunque te conocemos como Elisabeth Karin, tu nombre completo (que también aparece en muchos sitios) es Elisabeth Karin Pavón Rymer-Rythén. ¡Yo creo que merece una somera explicación!
R. ¡Realmente no tiene mucho misterio! Elisabeth es mi primer nombre; Karin el segundo nombre; Pavón, el primer apellido; y Rymer-Rythén el segundo apellido. Es cierto que Rymer-Rythén es un apellido compuesto rarísimo, parece el nombre de un mueble de IKEA y no es casualidad: es un apellido sueco (mi madre es sueca). Pero hasta en Suecia es raro y siempre me toca deletrearlo, da igual el país donde esté. Por eso dejo mi nombre artístico sólo con Elisabeth Karin, porque si no, menudo lío.
P. Hispano-sueca, pues. Esa dualidad, ¿te proporciona alguna ventaja?
R. Aparte de hablar sueco y entender los nombres de los muebles de IKEA, tuve la oportunidad de estudiar y vivir una temporada en Suecia, algo de lo que estoy muy agradecida. También tengo familia allí y puedo visitarlos cuando quiera, Suecia es un país precioso. A nivel laboral, es difícil trabajar si no vives allí, pero no descarto la idea de volver.
P. He leído que te gusta frecuentar diferentes campos y técnicas, que haces diseño, cerámica y pintura mural, que usas materiales tanto digitales como analógicos. ¿Qué te mueve de un campo a otro, de una técnica a otra?
R. Empecé en el mundo artístico cuando iba a clases extraescolares de cerámica cuando tenía unos 6 añitos. De allí pasé a la pintura y al dibujo tradicional y de allí a lo digital. A nivel laboral, lo digital es más cómodo, más rápido, puedes hacer cambios fácilmente, no mancha. Sin embargo, pintar a gran escala, mezclar los colores en una paleta, oler la pintura y mancharte las manos (y la ropa) proporciona algo que lo digital no te da, es como trabajar con todos los sentidos. Por eso me gusta moverme de un campo a otro y variar, cada técnica me da cosas distintas.
P. Tuyo fue el Cartel del FestiLIJ Aridane 2024, y ahora firmas el de FestiLIJ3C que se celebrará en Tres Cantos del 25 al 27 de octubre. Eres reincidente… quizá porque la primera experiencia fue buena, ¿no?
R. La verdad es que fue un gusto trabajar para el cartel del FestiLIJ Aridane 2024, tuve mucha libertad y fue muy divertido plasmar en un cartel algo que ya viví el año pasado en el FestiLIJ Aridane 2023. Así que cuando me propusieron hacer la imagen del FestiLIJ de Tres Cantos no pude decir que no.

P. Los carteles no necesitan explicación, basta con verlos, pero… ¿nos lo explicas? ¿Cómo es y cuál es su mensaje?
R. Tanto en el de Aridane como en el de Tres Cantos, la idea fue plasmar las maravillas que pasan cuando abres un libro. El cartel de Tres Cantos está inspirado en el capítulo de ’’El campo de las amapolas mortales’’ del Mago de Oz en el que Dorothy se queda dormida. Sin embargo, en el cartel, está sentada leyendo un libro sin llegar a quedarse dormida… despierta (¿o soñando?) gracias a su lectura.
P. Muchos saben de ti por Comiendo con miedo (2022), un trabajo que te llevó a adentrarte en la pesadilla de la anorexia desde tu propia experiencia. ¿Por qué te decidiste a abordar el problema con una novela gráfica?
R. Porque es el recurso que le habría gustado tener a la Elisabeth de 14 años. No existía (o yo no lo encontré) una novela gráfica que hablara del tema de una forma directa y real. Me di cuenta de que era necesario. Y si no existía… pues tenía que existir. Y yo tenía una historia que contar y sabía dibujar. No le di muchas más vueltas y me puse a ello.
P. “Si una adolescente tiene un trastorno alimentario hay que tratarla con respeto y no culparla”, declaraste. Deduzco que, en tu opinión, no sabemos cómo enfrentar una situación así…
R. No sabemos cómo tratar un Trastorno de la Conducta Alimentaria (TCA) porque nadie nos ha enseñado cómo hacerlo. Es fácil caer en noticias que dicen que un TCA es una moda o que sólo lo tienen las mujeres jóvenes del primer mundo porque quieren adelgazar. Un TCA es algo muy complejo, no es algo que se elige, ni que quieras y lo mínimo que podemos hacer es tratar a las personas que lo sufren con el respeto que merecen.
P. ¿Cuáles han sido las claves en la adaptación para los más pequeños?
R. Investigar mucho sobre los TCA en niños, hablar con madres, padres y educadores y leer, leer muchos álbumes ilustrados para niños.
P. Más allá del aplauso de la crítica, ¿con qué te quedas tú de ese trabajo y de lo que ha supuesto en tu vida?
R. Antes he dicho que escribí Comiendo con Miedo para la Elisabeth de 14 años, pero ahora me doy cuenta de que todas somos un poco la Elisabeth de 14 años. Al final es una historia sobre un problema universal, presente y que nos toca a todos en menor o mayor medida. Darme cuenta de esto y de lo importante que es hablar de este tema (del que se sigue hablando poco, o al que no se le da la importancia que merece) me impulsa a seguir haciéndolo.
P. ¿Qué esperas del FestiLIJ3C? ¿Por qué son necesarios encuentros como el que tiene lugar en Tres Cantos?
R. El FestiLIJ3c es una oportunidad increíble para que lectores y autores conectemos y aprendamos unos de otros, para conocer libros que nos pueden ayudar en muchos sentidos y por supuesto, y diría lo más importante: ¡es un encuentro para disfrutar de algo que nos gusta y que nos une!. Es un espacio para, al igual que Dorothy en el campo de amapolas, despertar