¿En qué debes basarte para comprar juguetes para niños?
En cualquier época del año, a los niños les hace ilusión tener juguetes nuevos. Como método de aprendizaje o como diversión, los juguetes resultan ser instrumentos para su crecimiento y desarrollo, escogerlos bien es parte de nuestra responsabilidad como padres.
No se trata únicamente de encontrar el juguete más barato que puedas. Eso no garantizará que la utilización del mismo sea la mejor, y realmente es posible que deje mucho que desear en lo referente al valor educativo de cara al niño en cuestión.
Debe existir un equilibrio, considerando siempre la calidad, la durabilidad, la seguridad y el valor educativo, por encima de todo lo demás.
Busca en sitios profesionales
Desde luego que puedes encontrar un juguete barato en la tienda de la esquina, pero seguramente no te sentirás a gusto con ello,aún más si se trata de juguetes que no aportan nada en lo que a educación y desarrollo de tu hijo se refiere.
Lo mejor es buscar en sitios profesionales donde personas con experiencia en juguetes para niños puedan asesorarte.
En Ludca, por ejemplo, encontrarás una colección de juguetes, alternativas, marcas y modelos de calidad, que han sido elegidas de acuerdo a criterios como:
- Durabilidad, medida en el tiempo de uso que el niño podrá darle a lo largo de su crecimiento,
- Valor educativo, incluyendo las metodologías y aportes de desarrollo que tengan cabida en la producción de ese juguete.
Otros aspectos como la marca, la calidad y los materiales de fabricación son tomados en cuenta para ofrecer juguetes adaptados a cada necesidad.
El material de fabricación
Hablando de costes, pensar en un juguete de plástico PVC de lo más rudimentario es una opción para quienes no quieren gastar mucho dinero. Lejos está, sin embargo, de ser la mejor opción de cara a la seguridad de tu hijo.
Según puedes leer en este informe de OCU, la mayoría de los juguetes baratos, de marcas poco conocidas y casi siempre de fabricación asiática, tienen algo en común: un alto contenido de materiales químicos peligrosos, entre los que destacan algunos como el boro o los ftalatos.
Estos materiales no sólo son peligrosos y serían responsables de la aparición de anomalías en los niños, que tendrán siempre la predilección de llevar los juguetes a la boca, sino que su reciclaje o degradación en el medio ambiente será muy difícil de realizar.
Por la salud y la seguridad de los niños, siempre será mejor considerar tres cosas:
- Elegir materiales ecológicos, pudiendo ser desde madera hasta plástico reciclado.
- Elegir juguetes perdurables, ya no sólo en el material de fabricación, sino que sean juguetes que envejezcan bien, o lo que es lo mismo, que el niño pueda seguir usando durante un buen periodo de tiempo, para que los juguetes no se conviertan en productos de “usar y tirar”.
- Elegir marcas reconocidas, porque ofrecerán claramente mayores garantías de que en sus procesos de fabricación se respeta al medio ambiente, y que por encima de todas las cosas, no se abusa de productos químicos nocivos para la salud de los más pequeños.
Piensa en juguetes que sean educativos
La diversión y la educación pueden ir tranquilamente de la mano. Los juguetes educativos son el mejor ejemplo de ello, y siempre deberían ser los que busques para tus hijos.
Los juguetes educativos pueden ser muy variados, desde los que permiten aprender a leer, a memorizar, a colorear o a desarrollar el intelecto, como los juegos de construcción, juegos de mesa y los certificados con metodologías educativas como Montessori o Waldorf.
La ventaja de estos juegos es que envejecen muy bien, pudiendo utilizarlos durante varios años, y cuyas metodologías tienen un gran impacto en el desarrollo y la formación del intelecto de los más pequeños.
Comprar juguetes para niños es un arte. No sólo deben ser atractivos, sino que deberían ser educativos, seguros, y si pueden incluir a los padres en los momentos de diversión, mejor aún, porque reforzaría los vínculos afectivos del niño de cara a sus familias. Todos ellos, aspectos que marcarán su desarrollo hacia la edad adulta.