Niñato entrometidoNiñato entrometido de Alfredo Gómez Cerdá. Editorial Edelvives, 2021. 130 x 210 mm., 172 pp., 10,21 €, (+ 12 años).

Por José R. Cortés Criado.

“Los sentimientos traicionan siempre a los seres humanos, sobre todo a los asesinos.” Alfredo Gómez Cerdá: Niñato entrometido.

El autor vuelve a sorprendernos con una novela casi policiaca, que la narra y protagoniza el hijo de una policía, Paul. El protagonista es un chico de catorce años que se va a pasar unos días a la costa valenciana y se ve involucrado en un hecho sucedido poco antes.

Paul va con sus padres en una caravana. La madre quiere desestresarse. El padre, artista que lo mismo pinta un cuadro, realiza una escultura que fotografía lo que ve, desea hacer ese viaje para fotografiar cuatro pequeños monumentos funerarios en arcenes.

El padre los llama así y piensa montar una exposición con las imágenes de esos pequeños altares o cruces que se colocan en las carreteras donde falleció accidentalmente una persona. Antes de llegar a su destino, al camping de la playa, fotografía el primero de ellos.

Lo que la familia no sospecha es que una persona los observó y, más tarde, le recriminará a Paul el haber fotografiado el túmulo. Esto hace que el chico intenta saber el porqué de ese enfado.

Conoció a otros chicos y chicas del pueblo que le contaron lo sucedido. Una pareja descendía por la carretera un día de lluvia y terminaron en el barranco, pero entre ellos existen dudas sobre cómo se desarrolló el suceso.

Paul, echando mano de su lado policial, decide esclarecer lo ocurrido, para ello cuenta con la ayuda de estos nuevos amigos. La realidad es muy dura, la persona de la que recelaban no tuvo nada que ver con el accidente y termina contando lo que presenció, liberándose de ese silencio que la atenazaba.

Paralelamente a la investigación, el joven descubre el amor y, aunque su compañera de clase quedó en Madrid, otra chica, Pilar, termina por deslumbrarlo, solo le preocupa la diferencia de edad, aunque le da igual. Sueña que todo es posible en un futuro.

Gómez Cerdá sabe atrapar al lector suavemente. Lo que nos cuenta el chico sobre su fin de curso, inicio de vacaciones y viaje a la costa parece algo costumbrista, hasta que hacen la primera foto. Desde ese momento todo cambia, la trama coge mucha fuerza y velocidad.

El protagonista nos hace partícipe de sus dudas, nos involucra más que a sus padres; no quiere aclarar sus ideas a la madre, a quien pregunta sobre comportamientos de asesinos y quehaceres policíacos, pero sin darle pista alguna.

Los últimos capítulos que marcan el desenlace están cargados de tensión, reflexión y diálogos que impactan en el lector, que asiste a una confesión cargada de amargura y amor.

Creo que los jóvenes lectores devorarán esta novela corta donde la intuición, la reflexión, la madurez y la sensatez del protagonista gustará a todos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *