Por José R. Cortés Criado.
“Estás a punto de acompañar a Hitwick y Nunuala, dos de los niños perdidos de Peter Pan, a rescatar a la impulsiva hada Campanilla de las garras del pérfido James Garfio”. Ximo Cerdà: Escapistas: Campanilla secuestrada.
En este libro se hace una incursión al país de Nunca Jamás, homenaje a James Matthew Barrie y su mundo infantil, los lectores conocerán tan singular país y sabrán de sus aventuras, aunque la trama gira ante el secuestro del hada Campanilla por los piratas.
Como Peter Pan fue en busca de un nuevo niño perdido cuando esto sucedió, los que quedaron idearon la forma de liberarla. Un niño, Hitwick, y una niña, Nunuala, son los encargados de la misión. Deben sortear múltiples peligros, acertar adivinanzas, descifrar mensajes y, lo más peligroso, evitar ser capturados por los temibles piratas.
A los lectores se les avisa, desde la primera página, que este libro no se lee como cualquier otro, es decir, siguiendo el orden de sus páginas, no, aquí avanzar o retroceder es lo normal, si queremos que tenga sentido su lectura.
En estos libros de Escapistas, los lectores deben ayudar a los protagonistas a resolver los enigmas que se van encontrando en cada capítulo, si es que quieren que la historia continúe; así que para avanzar hay que hacer algo, puede ser pasar al siguiente capítulo y seguir leyendo o que tenga que resolver un enigma.
A veces se enfrentarán a un sudoku, un acróstico que encierra la solución a una pregunta, deducir de múltiples llaves cual es la correcta para abrir una puerta, encontrar el camino que te facilite atravesar un bosque, encontrar números distintos de una serie, saber qué figura geométrica indica una trampa…
Para poder lograr su objetivo hay que avanzar poco a poco y reflexionar cuando sea necesario, si el lector tiene dificultades puede recurrir a las páginas de ayuda, ahí encontrará un inventario de los objetos que se va a encontrar en medio de los textos, las pistas y soluciones de los enigmas, y calcular su puntuación de escapista.
Seguro que los pequeños lectores se sentirán atrapados en tan singular viaje y disfrutarán encontrando las pistas para avanzar en el relato. Solo les recomiendo que no rellenen los sudokus, las tablas de resultados o marquen los caminos para llegar a su destino, porque si lo hacen no podrán repetir su hazaña y los lectores que accedan al libro más tarde se encontrarán todo resuelto, con lo que ya no habrá sorpresa en su lectura.
Libros como este despiertan el afán aventurero de los pequeños lectores, convirtiéndolos en protagonistas de la historia, como ocurre con los libros encaminados a vivir tu propia aventura.
El texto de Ximo Cerdà se acompaña de unas originales ilustraciones pixeladas de Kike Ibáñez que nos recuerdan los primeros dibujos de ordenador y le dan un toque original a bosques, piratas, cofres, niños, loros, lupas, llaves…
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