Lo que el río lleva
Lo que el río lleva

Lo que el río lleva de Víctor Panicello. Editorial Bambú, 2021. 147 x 210 mm., 200 pp., 11,90 €, (+ 14 años).

Por José R. Cortés Criado.

“Una historia entre el amor y la guerra…, donde dicen que todo vale”. Víctor Panicello: Lo que el río lleva.

Una potente historia muy bien estructurada que te lleva sin darte cuenta hasta el desenlace de la trama. Cada paso que el joven protagonista da en su investigación abre una nueva ventana y, paso a paso, vamos engarzando las piezas de ese rompecabezas, que es el conjunto de cartas de amor que una joven dejó ocultas en diferentes lugares de un bosque, cercano a su casa.

La novela empieza in media res. El primer capítulo recoge un relato de hace setenta años. Los siguientes narran la historia actual, que termina enlazándose con el pasado.

Dima es un joven que vuelve al pueblo de sus abuelos a pasar otras aburridas vacaciones de verano. Lo que no sospecha es que pasará algo que lo tendrá ocupado todo el verano; y que su vecina, Sofia, ya no es tan niña como él la recordaba.

Así que entre paseos por el bosque y el río, baños en las pozas y recuerdos familiares pasan unos días, hasta que el chico descubre una caja de lata oxidada medio oculta en el bosque. Piensa que algún animal habrá removido la tierra y por eso afloró.

Cuando la abre, descubre que, en su interior, muy bien protegida, hay una carta. Es una carta de amor. Nadie la firma. Y no solo rememora los momentos que pasó con su amado, sino que anhela volver a encontrarse con él cuando toda la barbarie termine y, lo más interesante, deja pistas indicando el lugar donde depositará la siguiente carta.

Intrigado por la epístola, la comenta con Sofia y juntos deciden investigar. Poco a poco avanzan, descubren varias cartas y empiezan a entender lo que sucedió hace muchos años, cuando la guerra civil española llegó a este perdido pueblo catalán.

Gracias a los conocimientos de la chica, a la intuición de ambos y a la ayuda de algunas personas mayores que conocieron a la autora de las misivas y al destinatario, reconstruyen una historia de amor y horror acaecida cuando el pueblo de dividió en dos bandos enfrentados.

Del horror de la guerra, de los rencores y olvidos, del perdón y del arrepentimiento, del sin vivir por culpa de la guerra y de todos los males sobrevenidos por ella se ocupa esta historia que bucea en el pasado para hacernos reflexionar sobre lo absurdo de las guerras y la cantidad de odio, innecesario, que se desata en personas que, en circunstancias normales, actuarían de manera diferente.

Además del odio desatado, muchas páginas se ocupan del amor desesperado de una joven, que no desea otra cosa más que su amado vuelva al pueblo sano y salvo para poder vivir en paz, pero como sabe que eso no es posible en esos momentos, le deja cartas en lugares comunes para que, si vuelve cualquier día, descubra que su amor sigue intacto y más fuerte aún.

Novela de aprendizaje. Los jóvenes maduran al conocer retazos de nuestra historia no muy lejana de primera mano que, además, afectan a personas cercanas del entorno y de la familia; al comprender determinadas actitudes en la vida y, sobre todo, a madurar en las relaciones personales.

Seguro que esta narración de hechos reales con incursiones al mundo de la fantasía gustará a los jóvenes lectores y les ayudará a descubrir la verdad sobre determinados acontecimientos y sobre sí mismo, como les ocurre a los dos jóvenes protagonistas de la historia.

 

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