Entrevista a Álvaro Arbina, autor de ‘Los años del silencio’: “Los secretos pesan y no todos los soportan”

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Álvaro Arbina
Álvaro Arbina

Álvaro Arbina (1990, Vitoria-Gasteiz) escribió con apenas veinticuatro años La mujer del reloj, un thriller histórico que permaneció durante meses en las listas de más vendidos. Con su segunda novela, La sinfonía del tiempo (Premio Hislibris a la Mejor Novela Histórica de 2018), se consolidó como uno de los grandes contadores de historias de nuestro tiempo. Ahora regresa para, en Los años del silencio, reconstruir una historia real, el caso de una desaparición estremecedora que tardó ochenta años en resolverse.

P. ¿Es la novela una herramienta adecuada para desenterrar el pasado?

R. La literatura es capaz de emocionar y de hacer reflexionar. Nos habla de nosotros mismos, de una forma íntima y directa. Su capacidad transformadora y enriquecedora es enorme. Hablar sobre nuestra Historia, especialmente la relativamente reciente, es hurgar en las heridas de algunos. Siento si mi labor reviviendo el pasado causa dolor a alguien. Pero la literatura al fin y al cabo es eso. La literatura, el arte en general, habla de las cosas dolorosas, las cosas que suceden y no se cuentan, esas verdades afiladas que se van con las generaciones que mueren, esos secretos que nos hablan de nosotros mismos, esos errores de los que tal vez, algo podamos aprender.

P. ¿Cómo supo de este episodio terrible?

R. Mi anterior novela se publicó pocos días antes de la pandemia. Después de tanto trabajo, la experiencia me dejó un tanto vacío. Durante un tiempo, estuve al margen del mundo de los libros. Por entonces yo colabora con Radio Euskadi, hablando sobre historias interesante de nuestro pasado. Y así llegue a esta historia… Al principio no tenía muy claro si realmente me veía con fuerzas para trabajar una novela. Pero luego empecé a sumergirme en esta historia, empecé a trabajarla. Lo que sucedió con esta familia… Una mujer, embarazada, seis niños menores… Era demasiado, había pasado en realidad, me parecía algo inimaginable. Me di cuenta de que me encontraba ante una de esas realidades que superan la ficción. Nadie había escrito una historia sobre esto. Yo creía que tal vez podía hacerlo. En ese momento pensé: ¿si no lo hago yo, habrá alguien que lo haga? Y fue entonces cuando empecé a escribir.

P. ¿Dónde y cómo investigó lo sucedido?

R. Había un sumario, la Causa 167, que recogía el proceso judicial que inició Pedro Sagardia, el padre de la familia. La novela recoge textualmente las declaraciones de algunos de los acusados, que a veces son estremecedoras. He bebido de los trabajos de Joxe Mari Esparza y Fernando Mikelarena, y de los testimonios que han sobrevivido hasta nuestros días. ¿Qué paso realmente con esta familia? ¿Era posible reconstruir un suceso tan atroz, algo inimaginable, a través de una novela?

P. ¿Era su objetivo resolver el caso?

R. Ni mucho menos. El objeto de la novela no tenía nada relacionado con lo detectivesco. La verdad pura se ha perdido para siempre. Hay muchas lagunas en esta historia que jamás se rellenarán. Aunque sabemos quiénes estuvieron implicados, es imposible saber quién hizo qué exactamente. Tuve que adquirir distancia y cambiar nombres. Mi objetivo era reconstruir como se pudo cometer algo así. Imaginar, hacer llegar al lector, la serie de sucesos que condujeron a aquel crimen.

P. Es indudable que el episodio tiene enjundia histórica, pero ¿qué hace de él buena materia literaria?

R. Los años del silencio reconstruye una historia real, el caso de una desaparición estremecedora que tardó ochenta años en resolverse. El lector se sumergirá en un drama rural en el corazón del País Vasco. Es una novela que ahonda en las envidias, en las tentaciones, en las ofensas, en las supersticiones de una aislada comunidad. También es una novela que habla sobre el amor infinito de una madre hacia sus hijos. Es una historia triste y también llena de belleza.

P. Podemos imaginar que, como éste, hubo otros muchos casos nunca aclarados en esa misma época…

R. En los últimos años están saliendo a la luz historias como esta que han estado mucho tiempo silenciadas. Se hallan restos de familiares desaparecidos, se exhuman fosas con víctimas de la guerra. Hay un gran esfuerzo por parte de algunas asociaciones para reconstruir el relato histórico y recomponer la memoria de nuestro país. Y así están despertando historias que han permanecido enterradas mucho tiempo. Historias que forman parte de nuestro pasado y a las que hay que darles voz.

P. ¿Pueden los secretos ser guardados para siempre?

R. Pueden. Pero en el momento en que algo se oculta, en el momento en que se formaliza un secreto, el suceso adquiere una dimensión que jamás alcanzaría de haberse contado. Los secretos pesan y no todos los soportan. Y luego está el silencio, que puede decir muchas cosas.

Álvaro Urbina
Los años del silencio

P. ¿Ha llegado a entender, no digo a justificar, a los vecinos de la familia Sagardía?

R. La literatura muchas veces tiene la tarea de hacer entendible lo inentendible. Puedes llegar a un final inimaginable a través de hechos que incluso pueden llegar a tener coherencia entre sí. Es terrible. ¿Entrar en la mente de un asesino y comprender cosas? ¿Ver a un monstruo y ver también a un ser humano?

P. Para un escritor, para un fabulador, ¿qué supone tener que ceñirse a los límites que marca una historia real?

R. Desde el principio tuve claro que debía adquirir distancia. Había muchas lagunas en esta historia que debía reconstruir. Y el lector debía tener conocimiento de las costuras de esta reconstrucción, debía saber qué era verdad y qué ficción. El respeto y la delicadeza hacia esta historia, eso ha sido lo más importante para mí.

P. Hay quien habla de su trabajo literario en términos que lo emparentan con Almudena Grandes…

R. Almudena Grandes era y es enorme, muchas páginas y muchas historias de un grandísimo valor y riqueza. Yo no he alcanzado algo así. Si alguien emparenta mi trabajo con el suyo, se lo agradezco.

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