‘Quokka y Moka’ de María Solar
Quokka y Moka de María Solar. Ilustraciones de Víctor Rivas. Editorial Anaya, 2019. 140 x 190 mm, 144 pp., 12 €, (+ 10 años).
Por José R. Cortés Criado.
María Solar nos trae una simpática historia de un mundo y su reverso. La historia se sitúa en un grupo de quokkas, especie australiana de marsupiales en peligro de extinción, que en este libro viven una desgracia y solo quedan vivos dos ejemplares, la abuela y la nieta.
La nieta es de ideas muy simples, le gusta fastidiar a los demás, ya sean sus hermanos, los topos o las nutrias, lo suyo es molestar a los que le rodean, pero un día las cosas no le salieron como esperaba. Cuando fue a orinara sobre las nutrias, para fastidiarlas, cayó al río; cuando fue a tapar las toperas, para molestarlos, le mordieron el culo los topos y, antes, había visto a su amigo el sapo espachurrado en la carretera por la rueda de un coche.
Y por si esto fuera poco, cuando volvió a su cueva, quiso espantar a una gallina, le tiró una piedra y provocó un derrumbe del monte que aplastó a toda su familia, menos a la más anciana, que logró salir de los escombros.
La abuela era una cascarrabias, tenía mal genio y le gustaba mandar; la nieta era poco despierta, no entendía nada, repetía mucho algunas cosas banales, y ponía muy nerviosa a su antecesora.
Como la especie se iba a extinguir, decidieron acudir al Antiuniverso, es decir, al otro universo, inverso al de los protagonistas, allí las cosas son diferentes, la hierba es de otros colores, los perros se llaman ovejas y balan, los mejillones y los percebes crecen en árboles… y allí deben ir para encontrar una pareja para la joven y así poder recuperar la especie.
La mayor quiso que la joven se adentrase por el túnel, hacia su nuevo destino, en busca de su pareja, pero tanto impedimentos puso, tantas tonterías dijo, tantas escusas y tanto cabreo cogió la abuela que al final tuvo que ir con ella, y a ambas se le sumó el espíritu del sapo Roco.
Tras múltiples peripecias, logran llegar hasta el lugar donde está los opuestos a Quokka, es decir, los Quokko; doinde encuentra una pareja tan simple como ella, que suele hacer cosas parecidas a las que hace la joven y deciden casarse por acuerdo de ambas abuelas.
A lo largo de las páginas, escritas con mucha habilidad y gracia, los lectores asistirán a muchas barraqueras de la joven y a los cabreos de la anciana; sus diálogos son muy graciosos y te provocan la risa mientras lees y te imaginas esa nieta, y comprendes la desesperación de esa abuela.
Si las ocurrencias de ambas son hilarantes, la participación en los diálogos, del espíritu del sapo aplastado, suma otro punto gracioso al relato que lo dota de interés, y es una pieza clave para esclarecer lo que sucede en realidad.
Todo la obra gira sobre la trama de la extinción de estos marsupiales, pero en las últimas páginas la historia toma un nuevo giro que pone en claro lo ocurrido hasta entonces, teniendo un final digno de los mejores programas televisivos de reallity; quien sospechó que algo raro pasaba fue Roco, y dio un paso para esclarecer los hechos vividos hasta entonces.
Simpática historia de una quokka que tuvo que acabar con su especie para dejar de ser tan egoísta, que te hará reír del comportamiento tan absurdo de la jovencita. El libro está escrito con mucha gracia y se lee rápidamente.