Crítica de ‘Despierta la Furia’: El Guy Ritchie más violento se une al mejor Jason Statham en un trepidante thriller
Despierta la Furia
Hay operaciones matemáticas que son tremendamente fáciles de resolver simplemente con plantearlas. Con las películas pasa lo mismo, y Despierta la Furia es el último gran ejemplo. ¿Qué pasa si un director tan dado a la violencia y los disparos como Guy Ritchie lleva a cabo un proyecto con una leyenda del cine de acción como es Jason Statham? Pues que no necesitas nada más para conseguir una cinta impresionante, entretenida y resultona, claro. El filme se estrena el 28 de mayo en España de la mano de la distribuidora DeAPlaneta y en Top Cultural ya hemos podido verla, así que vamos a desgranarla.
La historia sigue la vida de H (Statham), un misterioso hombre que se incorpora al equipo de seguridad de una agencia de vehículos blindados que acostumbran a transportar mercancía muy valiosa. Los ataques a estos furgones están a la orden del día pero, a diferencia de sus compañeros, H no duda ni un segundo en disparar a matar a todo aquel que trate de robarles en su turno. Estas increíbles habilidades dignas de un verdadero soldado sorprenden a toda la compañía y despertarán un gran recelo tanto entre sus aliados como entre las propias bandas criminales. Así, una y otra vez sobrevolará la pregunta de quién es realmente H.
Lo primero que se debe tener claro es que Despierta la Furia es una película hecha única y exclusivamente para el disfrute de todos los aficionados a este tipo de cine. La cinta no escatima en disparos, muertes ni explosiones, convirtiéndose en un verdadero divertimento plagado de dinamismo y donde el humor, el existencialismo y el sentimentalismo tienen el espacio justo, es decir, casi ninguno. El trabajo que se ha hecho a nivel formal en la producción es de primer nivel, dejando secuencias verdaderamente trepidantes y de gran factura. La facilidad con la que se consigue la inmersión del espectador en este universo de atracos y venganzas es asombrosa.
También es asombrosa, aunque no tan sorprendente después de más de 20 años de experiencia, la sencillez con la que Statham borda a este tipo de personajes. Es probablemente la figura más importante del cine de acción moderno junto a Bruce Willis y, pese a sus 53 años, sigue devorando la pantalla como el primer día a golpe de pistola y puñetazo. Es tan brillante su actuación en Despierta la Furia que consigue desdibujar al que debería ser el gran nombre de la película, su director Guy Ritchie. Porque sí, su sello personal está ahí con los ya clásicos saltos hacia atrás y adelante, planos aberrantes, una cámara llena de ritmo y un montaje sensacional. Pero, en última instancia, todo acaba supeditado al bueno de Statham. Decisión de lo más inteligente, por otro lado.
Quizá donde más flaquea la película es en su constante reiteración. La historia que esconde Despierta la Furia no es para nada compleja, y no le hace falta serlo. Sin embargo, el guion se enreda demasiado, ofreciendo un inicio algo confuso y algunas repeticiones de escenas innecesarias que pesan sobremanera. Por momentos, parece una mezcla entre el cine del propio Ritchie y el de, salvando las distancias, Christopher Nolan, encerrado en sí mismo. Solo que en esta película no existe una justificación clara para ello, dejando una sensación final de que quizá podría haberse contado todo de forma más ligera y no habría pasado nada. Con esta fórmula, la película consigue mantener la atención en todo momento, sin duda, pero no es el mejor trabajo de Ritchie (tampoco el peor).
En resumen, Despierta la Furia consigue ser una gran película de acción que no trascenderá pero que hará las delicias de los fans del género. Ritchie elabora un filme notable que no llegará a su top, pero que deja un gran sabor de boca gracias a un Statham colosal que vuelve a demostrar que lleva el cine de acción en las venas. Él es la película, y a su alrededor se construye todo lo demás. El guion no es tan lúcido como cabría esperar, aunque tampoco desentona, ofreciendo diálogos y momentos de un nivel magistral. Al final, mantiene la tensión sin esfuerzo y se deleita con buenas dosis de tiros. ¿Se le podría pedir más? Por supuesto que sí. Pero con eso es más que suficiente.
¡Las películas de acción y disparos son las mejores! Una manera muy divertida de vivir este tipo de películas es practicando airsoft. Es una manera genial de sentirnos como Jason Statham enfrentándonos a nuestros amigos en pistas adaptadas.