Entrevista a Lara Pickle: “Es en eventos como el FestiLIJ3C cuando consigo recordar por qué vale la pena hacer estas cosas”

Lara Pickle es el nombre artístico de Larisa Bumb, artista visual y storyteller. Nació en Rumanía (Arad, 1991), pero cuando aún era muy pequeña su familia se trasladó a España. Empezó su carrera en Valencia y emigró a UK, donde ha trabajado para estudios como Lighthouse, Blue zoo, Blink Ink o Dog Ears/Cartoon Saloon, etc. Firma las ilustraciones de colección STARS, de Mairena Ruiz (La Esfera Azul, 2022) y ha debutado en la novela gráfica con Estoy fatal, gracias (VR Europa, 2022).

P. ¿Qué fue lo que te llevó a dedicarte al mundo del arte, a contar historias?

R. Yo dibujaba desde muy pequeña. Es más, mis padres dicen que nací con un lápiz debajo del brazo. Así que siempre estaba dibujando y montándome mis propias historias, y desde que era pequeña sabía que quería dedicarme a dibujar. No sabía que eso podía ser una carrera pero tampoco concebía nada más. Acabé entrando en Bellas Artes en Valencia y ahí descubrí el mundo de la animación y de la ilustración y me gustó; también me gustaba leer cómics y manga, y me inspiraba mucho. Como a mí me gustaba crear historias, era algo que me nutría y lo vomitaba, por decirlo así. Simplemente empecé porque lo disfrutaba y luego vi que eso podía convertirse en un trabajo, fue un proceso bastante natural.

P. ¿Qué proceso sigues a la hora de empezar un nuevo proyecto?

R. Depende del proyecto. Cuando trabajo en animación o en videojuegos los procesos son un poco distintos porque es un trabajo que requiere estar en contacto con el equipo; muchas veces trabajas sobre el proyecto de otra persona u otras personas trabajan sobre tus propios archivos, entonces es un trabajo muy colaborativo. Pero cuando trabajo en mis propios proyectos, por ejemplo con Estoy fatal, gracias, empiezo siempre haciendo un pequeño resumen de qué es lo que va a ser; escribo mucho, intento aclarar todo en mi mente, hago research… Porque tengo una cosa que se llama afantasía. No puedo imaginar vívidamente algo si cierro los ojos, así que necesito mucho referente visual para poder entender qué es lo que quiero y hago muchos moodboards… Mi trabajo de investigación antes de empezar un proyecto es enorme. Con Estoy fatal, gracias, tardé unos nueve o diez meses en todo el proceso de escribir, research y todo, y luego el resto del tiempo, cinco o seis meses, en la producción del cómic.

P. Has trabajado en programas de animación, en videojuegos, para editoriales y en producción teatral. ¿Cuál ha sido el mayor reto a lo largo de estos años? ¿Y cuál ha sido el trabajo que más has disfrutado?

R. El mayor reto ha sido Estoy fatal, gracias, porque lo empecé cuando estaba trabajando a tiempo completo. Tardé un año y medio en hacerlo y el deadline era muy justo. Pero claro, yo tenía el tiempo que tenía y fue un reto enorme, tanto la cantidad de horas como la información que tuve que sacar, y también porque algunas partes estaban basadas en mi propia experiencia. Había ciertos capítulos en los que la protagonista estaba pasando por temas de depresión, por lo que fue un poco difícil porque también implicaba que cuando escribía a un personaje que decía algo tóxico o algo que yo en la vida diría tenía que ponerme su piel y fue un trabajo poder enfrentarme a mí misma por el aspecto tan personal que tiene la novela, que fue muy duro. Creo que fue el reto más grande de mi vida, pero estoy muy orgullosa.

P. Estoy fatal, gracias, es tu primera novela. ¿Cómo surge la idea de este proyecto?

R. Durante la pandemia estuve un tiempo bastante mal y llegó un momento en el que dije, “hasta aquí, voy a buscar un psicólogo”. Afortunadamente una amiga mía me recomendó a una psicóloga a la que ella también iba y empecé a hacer terapia. Una cosa que hago es que, para poder procesar, o dibujo o escribo lo que pienso para tener como una especie de overview de todo. Y empecé a hacer unas pequeñas tiras cómicas sobre qué eran para mí ciertas emociones. Cuando firmé con mi agencia, con Tormenta, le pasé algunos de mis cómics a Pablo, mi agente. Él los vio y me preguntó si había pensado en hacer algo. Me dijo que le diera un par de vueltas y de hecho empecé a pensar cómo podría transformar eso en una historia, porque tampoco quería hacerlo demasiado personal, como una biografía. Entonces empecé a plantearlo, se lo pasé a Pablo y dijo que estaba perfecto. Salió muy natural este proyecto.

P. Desde que empezaste no has parado de crecer. ¿Qué consejo le darías a alguien que esté empezando en el mundo de la ilustración?

R. Le diría que intentase descansar. No solo ilustradores, sino también gente que quiere empezar en animación, porque tendemos a olvidarnos de vivir y de nosotros mismos. Lo más importante es vivir las experiencias que luego nos enriquecen y nos aportan cosas a la hora de dibujar. Además, cuanto más descansas, más fresco tienes el cerebro y por lo tanto mejor lo plasmas y más cundes. Así que yo les diría que intentaran no llenarse de trabajo, que siempre tienta, y tomar las cosas con calma. Y luego haz cosas que realmente te importen y en las que realmente creas; así es como salen los trabajos genuinos y cuando uno hace un trabajo que es genuino es cuando consigue conectar con el resto de gente.

P. ¿Qué suponen para ti eventos como el FESTILIJ?

R. Me hace mucha ilusión conocer a la gente que se haya podido leer mi libro porque me gusta saber si les ha ayudado, si tienen alguna crítica o feedback para decirme… Simplemente verlos y darles un abrazo. Para mi significa poder conectar con la gente, porque cuando estoy dibujando estoy en mi pequeña cueva y no veo a nadie. Es en este tipo de eventos cuando consigo ver el resultado de mi esfuerzo y verlo a través de la gente que lo disfruta y consigo recordar por qué vale la pena hacer estas cosas.