‘El mañana nos pertenece’ de Jaime Pérez de Sevilla nos pone frente al espejo del racismo

Quizá lo más perturbador de leer sobre ciertos temas, como es el caso que nos ocupa, el racismo, es darnos cuenta de que tenemos algo en común con los malos de la historia, que nosotros también hemos pasado por eso o que tenemos ciertos aspectos en común; vislumbrar, en definitiva, que nosotros podríamos ser ellos. Esto es, nada más y nada menos, lo que consigue de forma muy hábil Jaime Pérez de Sevilla (Madrid, 1983) con su primera novela larga, El mañana nos pertenece. 

Todos hemos oído hablar del Ku Klux Klan, una organización racista que proclama la supremacía blanca y que tiene a sus espaldas algunos de los crímenes más abyectos de la historia de los Estados Unidos. Pero ¿sigue actuando hoy en día? ¿Hasta dónde llegan sus tentáculos? ¿Cuánto poder ostentan realmente? Es cierto que, de un tiempo a esta parte, no sabemos en qué estado se encuentra esta organización, ni si tiene realmente influencia en la política que se hace en el país más poderoso del mundo, que es, en suma, la que nos acaba influyendo a todos.

Para conocer más sobre estas cuestiones, amén de embarcarnos en un thriller de esos que lo mantienen a uno pegado a un libro, me ha resultado especialmente interesante El mañana nos pertenece, la primera novela larga del escritor madrileño Jaime Pérez de Sevilla. Sobre la idea que lo llevó a retratar ese fenómeno, que, lamentablemente, parece formar parte a un nivel muy profundo del mismo motor que mueve al Estado, el escritor se pronuncia de una forma muy clara: «Me llama poderosamente la atención que en EE. UU., que no deja de ser un país de reciente nacimiento y en el que conviven multitud de culturas y de personas con diferentes orígenes, haya existido y exista una corriente como el Ku Klux Klan que fue tan respetada y habitual durante tantos años a lo largo de su historia. La idea acerca de escribir una novela en la cual esta organización tuviese un peso importante me surgió a raíz de ver películas como Arde Mississipi o Tiempo de matar. Comencé a indagar y en mi cabeza surgió la idea, ya que me sorprende que el supremacismo blanco en los EE. UU. haya sido algo con tanto poder y seguimiento».

El mañana nos pertenece es un thriller con dos tramas que discurren paralelas y que van confluyendo: por un lado, la de los hermanos Norton, dos ciudadanos aparentemente normales que tienen un pasado vinculado al Ku Klux Klan, y, por otro, la de los investigadores encargados de resolver el caso de la violación y asesinato de una joven afroamericana. Más allá de la atractiva premisa, resulta sorprendente cómo Pérez de Sevilla es capaz de reflejar el lado más humano de personas que tienen un pasado que las convierte, a ojos del espectador, en abyectas, en malvados de manual. Y más aún lo es que consiga que empaticemos con ellos en muchos momentos, que nos sintamos cercanos, que nos veamos reflejados en su intimidad. Tal vez el mensaje implícito en todo esto es «nosotros también podríamos ser así si no tenemos cuidado».

El autor, sin entrar en aclaraciones sobre la intención moralizante de la historia, sí que tiene bastante claro que, sin esas caracterización especifica de sus protagonistas, no hubiera conseguido el efecto que él buscaba: «Pienso que el objetivo de una novela, aparte de entretener y gustar, es sorprender al lector y considero que qué mejor forma de sorprenderlo que mostrarle a personajes muy humanos hacia los que pueda sentir cierta simpatía o, por qué no, cariño. Desde mi punto de vista, lo fácil hubiese sido retratar a unos tipos racistas, intransigentes y sin escrúpulos; sin embargo, eso hubiese sido lo fácil y la obra no tendría el impacto que pretendo que tenga».